Al margen de las consideraciones técnicas, es evidente que al tener que ser el teleoperador el que decida si hay que mandar una UVI, no querrán asumir muchas responsabilidades y se verá notablemente incrementado el número de este tipo de deman
das, y eso provocará un desequilibrio entre demanda y recursos disponibles.
Según explicó un portavoz del sindicato, desde que se ha cambiado el sistema, los teleoperadores, para evitar una equivocación, envían con más frecuencia la UVI y eso está provocando que si antes la media era de siete salidas al día, ahora se haya multiplicado. En este sentido, desde el sindicato advierten que en verano la demanda es menor, pero se verá incrementada en otoño y cuando comience la gripe, dado que es frecuente que se envíen las ambulancias para este tipo de enfermedades. Todo esto se traducirá en una merma significativa de la calidad asistencial, según el señala el sindicato.
Esto se sabe ahora porque la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias ha introducido modificaciones en el protocolo de gestión de la demanda en las que se excluye al médico en la toma de decisión la resolución de una situación de emergencia y esta labor recae ahora en manos del teleoperador. El aumento de la demanda ha provocado que se hiciera pública la situación.
Hasta ahora, cuando alguien llamaba al O61 para pedir atención sanitaria, tras el interrogatorio telefónico y la evaluación de la gravedad del caso, el médico coordinador decidía qué tipo de recurso enviar para ofrecer una respuesta adecuada a la demanda. Es decir , era el facultativo el que determinaba si hacía falta mandar la UVI móvil o no.