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La construcción del nuevo gasoducto europeo concluirá en 2014

Los representantes de Turquía, Austria, Hungría, Rumanía y Bulgaria firmaron este lunes en Ankara el acuerdo intergubernamental que dará vida al gasoducto Nabucco, considerado vital para la seguridad energética de la Unión Europea.

El acuerdo prevé que las obras comiencen en 2010 y concluyan en 2014, permitiendo transportar hasta 31.000 millones de metros cúbicos anuales desde la región del mar Caspio hasta Europa.

El gasoducto recorrerá 3.300 kilómetros desde la ciudad turca de Erzurum (donde conectará con otras tuberías procedentes de los países proveedores) hasta Austria y su construcción está valorada en 8.000 millones de euros.

El proyecto del gasoducto que llevará gas de Turquía a Austria a través de Bulgaria, Rumanía y Hungría está valorado en 8.000 millones de euros. El gasoducto tendrá una longitud de unos 3.300 kilómetros, se comenzará a construir en 2010 y el primer gas comenzará a fluir por sus tuberías en 2014. La mayor parte del gasoducto, 2.000 kilómetros, transcurrirá por suelo turco.

La capacidad máxima de Nabucco alcanzará los 31.000 millones de metros cúbicos anuales. Los socios del proyecto son las gasistas austríaca OMV, alemana RWE, turca BOTAS, búlgara Bulgargaz, rumana Transgaz y la húngara MOL. Cada empresa participa con un 16,67 por ciento.

Azerbaiyán, Irak, Turkmenistán e Irán son los potenciales suministradores de gas al proyecto europeo, aunque un acuerdo con Teherán está supeditado a la mejora de la relación política, enturbiada por las ambiciones nucleares de la República Islámica.

El potencial competidor de Nabucco es el gasoducto ruso South Stream, valorado en unos 10.000 millones de euros, y que trasladaría gas por el lecho del Mar Negro hasta las costas de Bulgaria. Moscú evitaría así Ucrania, país con el que ha tenido varios conflictos por el precio de la materia prima.

El inusual nombre del proyecto, Nabucco es una ópera de Giuseppe Verdi, surgió en 2002 en el primer encuentro en Viena para debatir sobre su creación. Después del encuentro, los responsables de las empresas implicadas acudieron a la Ópera de la capital austríaca para ver Nabucco, y en la cena posterior acordaron que el gasoducto llevaría ese nombre.

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