Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Moratinos ha respondido al diputado socialista Jordi Pedret, quien le ha preguntado qué razones hay para el optimismo y qué trabajos está realizando la diplomacia española para impulsar un acuerdo de paz en Oriente Próximo entre palestinos e israelíes.
El titular de Exteriores ha admitido que el proceso de paz en la región vive "momentos críticos", pero también que hay motivos para la esperanza, ya que las dos partes implicadas coinciden en la urgencia de avanzar hacia la paz y "poder salir de una vez por todas de esta encrucijada de violencia y confrontación".
"Se vuelve a habla de paz, de compromiso y de urgencia", ha señalado el ministro, y ha apuntado como una muestra de optimismo el hecho de que la nueva administración norteamericana sea "mucho más comprometida y equilibrada", algo que también perciben, ha dicho, los actores implicados en el proceso de paz.
Prueba del compromiso del nuevo gobierno de Estados Unidos, según Moratinos, es el acuerdo que está intentando impulsar con Israel el enviado especial norteamericano, el senador George Mitchell, para lograr una moratoria sobre las 455 nuevas casas que tiene previsto construir el gobierno de Benjamín Netanyahu en asentamientos en territorio ocupado palestino.
Una moratoria que permitiría retomar las conversaciones entre el presidente Barack Obama, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y el propio Netanyahu en la conferencia tripartita que tendrá lugar en Nueva York el próximo día 23.
También es significativa, según ha explicado Moratinos, la decisión de la UE de apoyar los esfuerzos de la administración de Obama y el trabajo de la diplomacia española, que va a apoyar las iniciativas que se lleven a cabo en favor de la paz y va a prepararse "para que cuando tengamos la responsabilidad de la Presidencia de la UE podamos ver que ese Estado palestino es una realidad".
Jordi Pedret ha advertido del problema que, a su juicio, supondría para el proceso de paz la expansión de los territorios ocupados por Israel con la construcción de otras 455 viviendas, colonias que, según ha remarcado, han sido declaradas ilegales de forma reiterada por la comunidad internacional.
Ha alertado también de la "judaización creciente" de Jerusalén o de los proyectos de colonización del barrio árabe de esta ciudad.