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Papyre 5.1: ¿Un poco menos es un poco más?

La idea de Grammata al lanzar su segundo e-reader ha sido clara: aprovechar la experiencia del ya conocido Papyre 6.1 y dar un paso adelante que le permitiera ofrecer algo más. La paradoja es que ese algo más lo ha encontrado en dar menos: pantalla y tamaño reducidos para un "e-book de bolsillo".

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Y, una vez probado el Papyre 5.1 la idea no parece haber sido nada mala, se trata de un lector de libros electrónicos sencillo, cómodo y práctico, con una pantalla algo más pequeña que las habituales (cinco pulgadas en lugar de las seis que son casi un estándar) y que ofrece un buen uso para el usuario cuyas necesidades no sean demasiado exquisitas.

Además, también se ha reducido el precio, colocándose en 229 euros, bastante menos que su “hermano mayor” y que casi todos los dispositivos a la venta en España, lo que hace aumentar su atractivo y hace más fácil que olvidemos la pérdida de tamaño de la pantalla.

Aspecto exterior

El diseño no es la apuesta de Grammata y, por tanto, el aspecto del Papyre 5.1 se parece mucho al del anterior 6.1, eso sí, con un ajuste para aprovechar la reducción del tamaño de la pantalla y presentar un dispositivo mucho más compacto.

Así, tiene unas medidas muy ajustadas: 10,5 centímetros de ancho por 15,5 de alto y un grosor de sólo uno, lo que hace que incluso con la funda incluida su tamaño sea más compacto que el de otros dispositivos en el mercado y muy similar (aunque incluso más reducido) al de una edición de bolsillo de un libro no demasiado grueso.

La funda, por cierto, tiene un bonito acabado cosido en color marrón, pero si bien resulta muy práctica para moverse con el Papyre 5.1 no lo es tanto a la hora de leer, ya que hay que mantenerla abierta, precisamente, como un libro.

Pantalla, lectura y batería

La pantalla del Papyre 5.1 es como decíamos más reducida de lo que hasta ahora viene siendo habitual y esto no puede dejar de notarse a la hora de leer: las páginas resultan todavía más cortas (ya en las pantallas de seis pulgadas podemos llegar a tener esa sensación de página corta) pero en general no supone que la lectura resulte incómoda y que, como en muchas cosas en el terreno de los libros electrónicos, no es tan difícil acostumbrarse.

Por otro lado, el contraste de la pantalla es muy bueno y, pese a tener sólo cuatro niveles de grises la lectura es sencilla y confortable. Sí vemos aquí como perdemos algunas funciones respecto a otros competidores que nos ofrecen hasta 16 niveles de grises, pero lo que el comprador del Papyre 5.1 busca (o debería buscar) no es un dispositivo para ver fotografías y gráficos, y sí uno en el que leer cómodamente y con una rapidez razonable en el cambio de página. Y eso, desde luego, lo encontrará.

Y llega el momento de hablar de una de las grandes virtudes del dispositivo: la batería, que según las especificaciones del Grammata dura hasta 9.000 páginas y, tras la prueba a la que la hemos sometido, no sólo aguanta que pasemos muchas páginas sino también supera una que en ocasiones es asignatura pendiente de este tipo de dispositivos: no se descarga tras periodos prolongados sin uso.

Manejo: sencillez y comodidad


El Papyre 5.1 está concebido para que resulte fácil de manejar y el usuario pueda aprovechar sus características con el mínimo esfuerzo, así los menús son sencillos e intuitivos y tiene pequeños detalles que se agradecen en el uso cotidiano, como su bloqueo que permite tenerlo prácticamente apagado sin gastar batería y encendiéndose muy rápidamente.

Sin embargo, la ergonomía tampoco está todo lo bien resuelta que podría, tiene tres formas de pasar página (otros dispositivos similares suelen tener sólo dos): dos botones a la izquierda de la pantalla; otros dos en el menú inferior que no se pulsan con demasiada facilidad y uno en el lateral a la derecha que está muy bien concebido (es similar a una lengüeta que se sube y se baja con comodidad), pero mal colocado.

El resultado es que, pese al tamaño compacto del lector de libros electrónicos y las tres posibilidades para pasar página, no es posible (o al menos no es confortable) leerlo con sólo una mano, lo que le resta parte de su comodidad.

Un pequeño detalle que nos ha parecido muy acertado son los cinco tamaños de letra disponibles (en otras ocasiones suele haber tres) que además se pueden cambiar con un único clic en el botón correspondiente del menú inferior, lo que permite que el lector adapte rápidamente lo que ve en la pantalla a sus necesidades específicas.

Y por último otra de arena: cuando se acumulan libros en un único menú su consulta no es muy confortable, esto es un problema todavía mayor si tenemos en cuenta que el dispositivo viene cargado con mil libros de la biblioteca Grammata.

Conclusiones

Tras usar el Papyre 5.1 lo primero que nos llama la atención es la buena concepción del producto: pensado para "atacar" a un perfil de consumidor al que sin duda puede satisfacer sobradamente, con un precio más ajustado y sin excesivas florituras pero con todo lo que podemos necesitar para leer miles de libros y, todo hay que decirlo, presumir un poco de nuestra adaptación a la más avanzada tecnología.

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