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"Se acabó el tiempo de guardar silencio"

Faltó Zapatero pero ministros en el punto de mira por la gestión del “Alakrana” sí rindieron cuentas en la sesión de control. El PP dice que“se ha acabado el tiempo de guardar silencio”. No tienen mucha confianza, sin embargo, en lograr sacar adelante las reprobaciones.

Abrió fuego el diputado Vicente Ferrer, encargado de preguntar al ministro de Justicia, Francisco Caamaño, uno de los tres miembros del Gobierno a los que el PP busca reprobar. El parlamentario recordó al ministro varios de los más recordados capítulos en la gestión del secuestro: ironizó con el “lío” montado, con la “sangre fría y el temple” exhibidos por De la Vega al marcharse de viaje en el momento más crítico o el “sálvese quien pueda” entre los miembros del Gobierno cuando iban trascendiendo los errores en la gestión del secuestro.

Ferrer acusó a Caamaño de ser un ministro de Justicia “prescindible”, que ni siquiera fue invitado a participar en el gabinete de crisis, y comparó el papel de Zapatero en todo este asunto como el del “rey pasmado”. Caamaño respondió con la consigna oficial del Gobierno: apelar a la “responsabilidad” y a las “razones de Estado”. También se preguntó si el PP habría optado, en su caso, por no detener a los tres piratas.

Pero la protagonista fue Carme Chacón, que tuvo que responder tres cuestiones sobre el mismo tema. Arsenio Fernández de Mesa le preguntó cómo era posible que se le hubieran escapado los piratas al Ejército y la titular de Defensa se escudó en las explicaciones del JEMAD: los delincuentes llegaron a tierra y se confundieron con la multitud. “Hicieron lo máximo dentro de la ley, si quieren que les obligue a cometer actos ilegales no cuente conmigo”, contestó, muy digna Chacón.

Después le tocó el turno a Joaquín María García y el “timo” del millón de dólares. “No hubo tal desembarco, nos engañaron, y nos intentaron vender como un éxito el regreso al barco de los tripulantes”, dijo el diputado. La ministra se escudó esta vez en el CNI y los informes de Inteligencia. Tras alegar que tenían información en la zona que apuntaba al desembarco y afirmar que se supeditó transmitirla a la vida de los rehenes, afirmó que el CNI ya había desmentido “rotundamente” la información de El Mundo, sin más explicaciones.

La diputada Beatriz Rodríguez Salmones fue la última en preguntar a una cariacontecida Chacón y precisamente la atacó por ese flanco: la parlamentaria criticó la “chulería” de la ministra en sus respuestas y la obsesión por su propia imagen. “Confunde el gesto compungido con la responsabilidad”, dijo Salmones antes de utilizar al Ejército “como parapeto o como plataforma”. La ministra optó en esta ocasión por utilizar el otro argumento recurrente del Gobierno para defenderse en este caso: atacar al ausente Rajoy. De nuevo le acusó de falta de responsabilidad y se preguntó si acaso tenía él la “fórmula mágica” para salvar al resto de buques secuestrados.

Las preguntas del PP llegaban en un día crítico para afrontar un asunto que ha erosionado gravemente la ya maltrecha credibilidad del Gobierno. Este miércoles María Teresa Fernández de la Vega comparece para dar de nuevo explicaciones por el secuestro, a petición propia, pero después de que lo hubieran también solicitado PP y PNV.

Según explicó a LD Vicente Ferrer, uno de los parlamentarios que hizo este miércoles oposición al Gobierno con este tema, el PP piensa continuar por este camino. Tras la petición de comparecencias, otro de los puntos clave son las reprobaciones que ha solicitado votar sobre De la Vega, Chacón y Caamaño. Su aprobación, reconoció, será “muy difícil”, pero destacó que en cualquier caso, es patente la “reprobación ciudadana” a la gestión del Gobierno.

Para sacar adelante las reprobaciones el PP necesita una mayoría suficiente que depende de los apoyos del resto de grupos de la oposición. Los partidos aún no se han manifestado al respecto más allá de las críticas, más o menos intensas, de prácticamente todos los grupos. En opinión de Ferrer, ahora toca ver su grado de “responsabilidad” y si están dispuestos a “retratarse”, en este asunto, al lado de la gestión del Gobierno o en su contra. En cualquier caso, insistió, su partido seguirá criticando cualquiera de los múltiples frentes abiertos que, para el PP, tiene el caso: desde la gestión de la detención de los piratas a la descoordinación del Ejecutivo o, también, el rescate. Por el momento no hay fecha para la votación de las reprobaciones aunque sí está previsto que se debata antes de final de año. Fuentes populares apuntaron que podría votarse en el último pleno antes de Navidad.

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