Los más de 20.000 espectadores que llenaron el Oracle Arena esperaban que sus Warriors mejoraran su mal inicio de temporada (balance de 5-10) con un buen partido frente a los campeones, pero sus esperanzas se desvanecieron desde el primer minuto. Los Angeles lideró desde el primer cuarto (22-36) cerrando desde el pitido inicial un encuentro sin historia.
Entre el despliegue visitante destacó Gasol, que sigue progresando desde que volvió de su lesión y ha aportado a su equipo el paso adelante que le faltaba para mostrarse, un año más, completamente dominador. 22 puntos (9/11 en tiros de campo), 12 rebotes, tres tapones y tres asistencias en 32 minutos de juego demuestran el gran nivel del catalán.
Tanta comodidad en el choque permitió a Phil Jackson dar minutos a jugadores menos habituales como Brown (17 puntos), uno de los siete angelinos que sumó al menos diez puntos, demostando que la profundidad de banquillo de Lakers puede ser una herramienta clave cuando la temporada plantee retos mayores. Por parte local, de poco sirvieron los esfuerzos de Ellis (18) y Maggette (17).
El gran encuentro de la dupla formada por Carlos Boozer y Deron Williams desarboló las esperanzas de Portland Trail Blazers en su visita a Salt Lake City (108-92), donde Rudy Fernández elevó su nivel respecto a los últimos partidos para sumar once puntos, cuatro rebotes y tres asistencias en 31 minutos de juego.
Utah Jazz llegaba en racha y la madrugada de este domingo prolongó este buen momento con su quinta victoria en seis partidos, cimentada en el gran partido de Boozer (26 puntos, 12 rebotes) y Williams (24 puntos, 15 asistencias). Los locales salieron muy concentrado desde el primer cuarto (32-17) y convirtieron el choque en un impotente conato de remontada visitante.
Blazers, que acumularon su segunda derrota consecutiva para un balance global de 12-7, lo intentaron de la mano de su líder Brandon Roy (19 puntos), pero un pésimo porcentaje de triples (3/18) lastró al equipo de Oregon. A la irregularidad desde la línea de tres se sumó Rudy (1/5), que pese a todo gozó de la confianza de Nate McMillan.