Los primeros resultados oficiales, con el escrutinio del 25 por ciento de los votos, otorgan la victoria al presidente deL régimen de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, con el 96,7 por ciento de los votos. El segundo candidato más votado fue Plácido Micó. El Gobierno ha asegurado que las elecciones se desarrollaron "en un ambiente de tranquilidad y paz".
"Nunca hemos entendido ese entusiasmo y esa confianza de Moratinos" hacia las promesas democratizadoras de Obiang, afirmó Plácido Micó. "Me parece que estas elecciones son el manifiesto mas claro del fracaso de la política de Moratinos hacia Obiang", prosiguió. "Si el objetivo del ministro es la normalización de las relaciones y si por normalización se entiende la ausencia total de periodistas españoles y el rechazo de la delegación de diputados españoles en el proceso electoral de Guinea, ¿cuál será la no normalización?", se preguntó.
Según Micó, las elecciones de este domingo fueron "una burla, un desastre, no se puede decir que haya habido elecciones". "No nos ha sorprendido, no hay que ir de ingenuos", prosiguió. En vez de tener en cuenta las denuncias presentadas tras los comicios parlamentarios del año pasado, Obiang "ha reforzado el fraude, la intimidación", añadió. Ejemplo de ello, explicó, fueron las declaraciones del presidente en las que pidió que hubiera "tantos votantes como votos para el PDGE", unas palabras que, a su juicio, ejercieron presión sobre los presidentes de los consejos de poblados, que llegaron a "romper los votos de la oposición durante el recuento antes de que en el acta de su poblado se viera que alguien no había votado al PDGE".
Las elecciones se han caracterizado por "el miedo, la intimidación, las presiones", prosiguió. "Las autoridades electorales son las primeras en violar las reglas que ellas mismos se suponen que han decretado". En muchas meses electorales, aseguró, los representantes locales del PDGE recogieron el día anterior o el mismo día de las votaciones los carnés de sus militantes y votaron en su nombre. Asimismo, "muchos escrutinios de las urnas no se hicieron en público, como marca la ley, se hicieron en las sedes del PDGE, en las comisarías de Policía, en las casas de los delegados del Gobierno", denunció.
Según Micó, la sensación reinante, y "a ojo de buen cubero", es que en las grandes ciudades, Malabo y Bata, se registró una fuerte abstención. "En mesas electorales en las que la gente suele votar hasta las cuatro o las cinco de la tarde, a la una ya no había nadie votando, ése es un signo claro". No obstante, en las localidades del interior "la gente no tiene libertad para dejar de votar", afirmó.
En todo caso, afirmó, es difícil estimar la participación en un país cuyo censo electoral ha pasado de 215.000 votantes en las elecciones legislativas de 2008 a pocos más de 290.000 en las acutales. "La población del país no ha podido sufrir una modificación así de un año para otro", manifestó.
Por su parte, el vicepresidente del autoconstituido Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio y del Partido del Progreso, Armengol Engonga, aseguró este lunes que en las elecciones presidenciales se registró una abstención superior al 80 por ciento, sobre todo en Malabo y Bata. Asimismo, admitió que desconocía las noticias sobre la posible concesión del indulto a su líder, Severo Moto, pero precisó que, de ser ciertas, no habría que agradecérselo al presidente Teodoro Obiang Nguema, puesto que estaría cumpliendo con su "obligación".
"Hemos constatado, por los datos de los compañeros del interior, que la abstención fue del 80,4 por ciento", afirmó Engonga. "Donde ha sido más visible ha sido en las principales ciudades, Malabo y Bata, donde hasta el último momento los miembros del PDGE y los policías han rogado a la gente que no les hicieran pasar un mal rato, que no les dejaran en ridículo", añadió. A su juicio, esa alta abstención "demostraría que no se puede seguir llamando a un perro para luego pegarle, la gente está harta después de 30 años" de Presidencia de Obiang, agregó.