En la entrevista concedida este mes a la revista Vanity Fair, Adolfo Suárez Illana vuelve a hablar de su padre, tanto de su enfermedad, como de sus desavenencias con el Rey, que él vuelve a negar más allá de algún “desencuentro”, y de los años que precedieron a su dimisión como presidente del Gobierno. Dice que le llegaron a negar la mano en misa, y que llegó un punto en que no se “fiaba de sí mismo”.
Pero, además, el que fuera candidato del PP de Castilla-La Mancha en 2003, un fugaz paso por la política que se saldó con un batacazo electoral, habla del que aún es su partido. Tras afirmar que en 2003 decidió irse y echarse “la porquería encima” después de que no se le ofreciera la presidencia del partido en la región, como era su deseo y como, según dice, le prometió Aznar, habla del momento actual del PP y, en particular, del liderazgo de Rajoy.
Suárez Illana se declara “convencido” de que el PP ganará las próximas elecciones. Cuando se le pregunta si será bajo el mando de Rajoy, se limita a decir que “todo parece indicar” que será así. “Vamos a ver”, apunta. Afirma, además, que ha habido “desaciertos” evidentes en la gestión de la crisis del partido. Y se refiere al caso Gürtel para defender a Ricardo Costa. Del ex secretario general del PPCV sentencia que cree que es “honesto” y duda de que haya “cometido alguna falta de honradez”.
Apunta además, que “la misma lealtad que los militantes deben al partido, el partido debe tenerla hacia ellos”. “Es importante que nadie se pueda sentir tirado o abandonado”, insiste antes de pedir que se despeje “cualquier tipo de duda” sobre la honradez de Costa.
Preguntado después sobre el liderazgo de Rajoy y sobre si es o no un buen candidato, responde que “es evidente que no”. “El partido ha perdido un millón de votos desde que Rajoy es presidente”, dice Suárez Illana, antes de sentenciar que su partido “hoy en día no está generando ilusión”. “Y si el otro lo hace mal, nosotros lo estamos haciendo peor”, afirma.