Durante su intervención en la Junta Directiva Nacional del PP, Mariano Rajoy se refirió a las elecciones catalanas que se celebran en otoño y explicó que el objetivo del partido es "propiciar un cambio político" en esta comunidad y "ser decisivos". "Nuestro mensaje va a ser dar prioridad a los problemas reales, paro, la situación económica de los catalanes, la inseguridad ciudadana o la inmigración --resaltó--. Los gobiernos están para resolver problemas y no para crearlos. Vamos a plantear un escenario de cuatro años de moderación, de sensatez y de atención a los problemas de la gente y, por supuesto, vamos a defender la Constitución, la ley, la autonomía y las reglas de juego".
En este punto, el líder del PP aseguró que su formación celebrará una escuela de invierno los días 22 y 23 de enero en Cataluña para "escuchar a la sociedad" e ir perfilando su programa electoral. También celebrará después una convención para presentar sus candidatos al Parlamento catalán y aprobar definitivamente el programa. Rajoy afirmó que su partido quiere "construir, dialogar y hablar con todos" los que quieran hablar con su partido, apostando por resolver los problemas y no crear más problemas "añadidos" a los ciudadanos. "No vamos a hacer demagogia y vamos a dar la batalla porque en este momento en Cataluña se necesita un cambio como se necesitaba en el País Vasco", señaló. Y dirigiéndose a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, presente en la reunión, dijo que lo está "haciendo muy bien" y se mostró convencido de que su partido "va a ser protagonista del cambio".
En relación con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán, Rajoy dijo que en este momento lo que toca es "esperar" y desear que ésta produzca con la "mayor celeridad posible". El líder de la oposición destacó que el PP tiene una "posición nítida y clara" sobre este asunto. "Estaremos siempre con lo que dice la Constitución española, la ley y las reglas de juego. Ahí es donde siempre hemos estado y donde estaremos en el futuro", enfatizó, para recordar que en su día "todos" los partidos aprobaron la Carta Magna, incluido el Tribunal Constitucional.
A su juicio, "lo peor" que le puede ocurrir a un país es que "se pongan en tela de juicio" las reglas de juego que se ha dado. Es más, dijo que lo que no puede ser es que esas reglas valgan cuando te convienen y que no sirvan cuando no es así porque es eso caso, continuó, la situación sería "ingobernable". El presidente de los 'populares' aseguró que con el Estatuto catalán pasa como con la economía española, que "no se hizo nada" y ahora se está en esta situación. "Como todo en la vida uno suele recoger lo que siembra y es el señor Rodríguez Zapatero el que debe dar explicaciones y no los demás", aseveró.
En este punto, indicó que la posición del PP "siempre" ha sido la misma, "todo el mundo la conoce" y no ha "engañado a nadie". "El señor Rodríguez Zapatero que ha presumido de muchas cosas, de aprobar cualquier cosa que viniera de un Parlamento, de desbloquear el proyecto y de haber redactado algunos artículos, tiene que dar explicaciones ahora. Él ha sido el que ha generado un gran problema y una gran frustración y es él el que tiene que dar explicaciones", insistió.