En un comunicado, los vecinos opinan que la candidatura no supone "una respuesta nueva" a los problemas y retos que tiene la ciudad ni tampoco sustituye "lo que nos hace falta en un momento difícil como éste: políticas de transformación reales orientadas a resolver los graves problemas sociales y ambientales que tiene Barcelona", indican.
La política de grandes acontecimientos, ya utilizada en anteriores ocasiones para impulsar el crecimiento de la ciudad y la construcción de hoteles y equipamientos, como sucedió en 1992 con la celebración de las Olimpiadas de Verano o en 2004 con el Fórum de las Culturas, está ligada, según los vecinos, a un modelo turístico que "ha tocado techo".
"No parece que unos Juegos de Invierno se puedan considerar ningún modelo de ciudad sostenible ni que contribuyan localmente a la necesaria respuesta frente al cambio climático", se afirma en el comunicado.