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Montilla fuerza la rectificación de Maragall para zanjar la crisis del tripartito

Tras la polvareda que despertaron sus críticas al tripartito en año electoral, el consejero de Educación, Ernest Maragall ha matizado sus palabras. Lo ha hecho tras una reunión con Montilla en la que, dicen, llegó a presentar su dimisión.

José Montilla y Ernest Maragall despacharon esta tarde en el Palacio de la Generalidad, encuentro que aprovechó el titular de Educación para poner su cargo a disposición de Montilla, aunque el presidente no aceptó su dimisión.

Tras el encuentro, y en declaraciones a los periodistas, Maragall rectificó dos de las críticas que hizo el tripartito durante los últimos días: que el Gobierno provoque "fatiga" y que los tres socios del tripartito no comparten un mismo "proyecto de país".

"No tengo ningún problema en modificar y rectificar la forma de una expresión que seguramente era correcta en su literalidad, pero formaba parte de una reflexión más amplia y que me sigue pareciendo necesaria", afirmó el titular de Educación.

Con una reunión de más de una hora, Maragall y Montilla quisieron poner punto y final a la polémica generada por una interpretación "literal", en palabras del consejero. De hecho, ya esta mañana, en la reunión de la ejecutiva del PSC, el consejero dijo a sus compañeros de partido que para él no había inconveniente si tenía que aclarar sus tesis.

Maragall dijo que, al diagnosticar fatiga, quería hacer una reflexión "en el ámbito de la percepción ciudadana", no a nivel político. Según el consejero, con esta expresión, lo que pretendía era dejar constancia de las dificultades que tiene el Gobierno y sus tres socios para difundir su proyecto y que cuaje entre la ciudadanía.

Tras indicar que el Gobierno catalán tiene un "proyecto de país" y que está plenamente convencido sobre ello, Maragall añadió que el tripartito sabe cuáles son sus objetivos, sabe que son amplios y ambiciosos, y que su "hoja de ruta" es mucho más ambiciosa de la que tenía la Generalidad en épocas anteriores, en clara alusión a los 23 años de gobiernos de Jordi Pujol (CiU).

Maragall lamentó los daños que han causado al Gobierno catalán sus palabras, y aseguró que lo que él quería era abrir un debate "necesario e imprescindible" que debe hacer su partido para seguir estando a la altura de lo que los catalanes demandan.

El consejero aseguró que tras la polémica generada, entre sus compañeros de partido ha encontrado voluntad de mantener un "amplísimo e interesantísimo debate", y aseguró que el presidente le pidió este lunes que continuase en el cargo.

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