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Los Salinas, la transición del socialismo al capitalismo y La Malaya, 5

¿Por qué le llaman socialismo cuando quieren decir capitalismo, pero "suyo"?

Hasta entonces,  el socialismo, en general,  era vocacionalmente estatalista y predictatorial. Desde la Guerra Fría, y más aún, desde la caída del Muro, el socialismo se convirtió en nicho común de soñadores retrógrados anclados en el siglo XIX y vivales hedonistas dispuestos a ser ricos mientras llegaba ese paraíso cada vez más incierto. Los Salinas pertenecen, como otros muchos en el socialismo andaluz y español, a la casta de los "vivales". Sin embargo, para oscurecer sus prácticas, enarbolan como otros muchos la bandera de un socialismo que les hace ser ricos sin ser acusados de explotadores. ¿A qué es astuto?

Ya hemos visto cómo se las gasta el que fuera vicepresidente económico y político del señor de la Borbolla, José Miguel Salinas Moya, empresario de postín en Andalucía tras haber pasado por el cargo. Recuerden el principio de Arquímedes en una nueva versión aplicado al caso. "Algunos socialistas sumergidos en un cargo público experimentan un empuje hacia arriba proporcional a las influencias que han originado". De la nada a gran empresario cordobés pasando por comisionista imputado por el Fiscal Jiménez Villarejo, no por otro. Y ahí está, ahora, con la vista puesta en Canal Sur TV desde Videoplaning.

Pero hoy vamos a hablar de su hermano, de Rafael Salinas Moya, la cara oscura del clan familiar. Ya saben que los Salinas tienen una estrecha vinculación con Marbella. Alfonso Cañas, ex alcalde socialista de Marbella, ya habló del triángulo de influencias Sevilla, Córdoba y Málaga, para referirse a personalidades socialistas que iban a su despacho buscando favores urbanísticos. Recordarán que los Salinas, padre y hermanos, aparecieron implicados en el cobro de comisiones ilegales a Jesús Gil en la época en que José Miguel era Consejero de la Junta de Andalucía y Jaime Montaner, otro imputado, consejero de Obras Públicas. Dos Consejeros implicados en una operación ilegal debería ser demasiado para una Comunidad seria, pero qué va. Andalucía es más diferente aún que España.

¿Recuerdan a María Isabel García Marcos, que fuera amiga íntima de Carlos Sanjuán de la Rocha, factótum del guerrismo andaluz desde finales de los 80 hasta la llegada de Chaves? Efectivamente, se trata de la "rubia", la concejala socialista de Marbella que se alió con los restos del gilismo para, presuntamente, forrarse. Pronto veremos si el presunto desaparece en el próximo juicio de La Malaya. *

Pues la García Marcos puso en pie una una Fundación mientras estuvo en el Ayuntamiento de Marbella. La ORDEN ECD/3387/2002, de 10 de diciembre, inscribía en el Registro de Fundaciones la denominada «Fundación Plan de Innovación de Marbella», de Marbella (Málaga). En esa orden se decía: " La Fundación anteriormente citada fue constituida por doña Isabel María García Marcos, don José Manuel Muñoz García y don Jaime Olcina Feliu, en Marbella el 5 de diciembre de 2001... 

Sus cargos eran:

Presidente: Doña Isabel María García Marcos, número 1 de la candidatura del PSOE en 2003
Vicepresidente primero: Don José Antonio Jaén Polonio, número 3 de la candidatura PSOE 2003
Vicepresidente segundo: Don José Carlos Aguilera Escobar, abogado del PSOE 1992-2003
Secretario don Jaime Olcina Feliu, Secretario de Estrategia Electoral del PSOE de Marbella, incluso en 2007.
Vocales: Don Miguel Ángel Saiz Peláez,  un  personaje misterioso
y don José Manuel Muñoz García, Número de la candidatura del PSOE.

Parece difícil afirmar que esta Fundación no tenía nada que ver con el PSOE andaluz y malagueño.

¿Y Rafael Salinas Moya? No aparece entre los "patronos" de la Fundación. Porque su vinculación con la Fundación era más "ejecutiva". Según unos, Rafael Salinas fue asesor de la Fundación Plan Innovación y fue asesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella entre 1983 y 1987, mientras fue alcalde el socialista José Luis Rodríguez.

Pero según Jaime Olcina, y se publicó, Salinas era “presidente de hecho de la fundación. Y así lo parecía cuando ante hoteleros malagueños defendió Marbella como capital cultural del Mediterráneo. Se contó así: "En materia de cultura, el director técnico de la Fundación, Rafael Salinas, defendió la necesidad de apostar por el arte contemporáneo con la propuesta de creación de un centro cívico en el puerto deportivo de Marbella que albergue un lugar para exponer obras de arte contemporáneo internacional que abarquen "las últimas tendencias, investigaciones plásticas o nuevos medios de expresión artística que estén por venir" al tiempo que mantenga "los movimientos artísticos que ya existen". Un proyecto que se remitirá a "centros culturales de todo el mundo, como Alemania o Nueva York" y que se pretende ubicar en el puerto deportivo para conseguir "una clara inspiración hacia el mediterráneo" y porque se trata de un espacio que supone un potencial "desaprovechado y no desarrollado".

No digan que no está claro. Pero por si no estuviera claro de qué tipo de personaje estamos hablando dejemos que surja un retrato parcial de la mano de otro socialista, Jaime Olcina, secretario de la Fundación y cargo marbellí del PSOE en las páginas de El País, nada sospechoso, ¿no?. Dijo esto:

"A pesar de mi insistencia en conocerlo pormenorizadamente, sólo se me responde por parte del director general de facto de la fundación, don Rafael Salinas, con la necesidad perentoria de que firme como secretario el certificado de un acta de una reunión del patronato, reunión que jamás llegó a celebrarse y cuyo principal punto del orden del día consiste en la aprobación de las cuentas de la Fundación correspondientes al ejercicio 2001 y 2002".

Todo un estilo.

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