El Barcelona encarrila el liderato de la Liga de Campeones en León

El conjunto azulgrana, de paso, se quitó parte del mal sabor de boca que le dejó esta semana la derrota en Ciudad Real dentro de la liga ASOBAL, que prácticamente supone la pérdida de sus aspiraciones al título. Habría que remontarse muchos años atrás para encontrar un enfrentamiento entre estos dos equipos en León que quedara tan pronto decidido en favor del Barcelona, que se paseó a placer con un juego contundente y efectivo durante la primera parte y luego vivió de las rentas.

Con el 0-3 inicial, los barcelonistas entraron más centrados en el choque, aunque encontraron respuesta en los ademaristas, que con la fluidez desde el extremo solventaban sus muchos problemas de lanzamiento de su primera línea en el juego estático, con un Buntic incapaz de anotar ante el azulgrana Saric. Desde el empate a seis en el minuto 10, dos errores consecutivos locales parecieron desconectarles, lo que unido a la inexistente aportación de la portería leonesa, primero Alilovic y luego Álamo, empezó a abrir brechas desacostumbradas entre leoneses y barceloneses.

Los extremos Juanín García y Víctor Tomás castigaban las pérdidas locales hasta escaparse poco antes del descanso muy cerca de la decena de goles al descanso 12-20, con un Ademar en el que nada funcionaba ni en ataque, ni en defensa y portería. Con todo perdido, Jordi Ribera intentó buscar soluciones sorpresivas, dando oportunidad en ataque a Chernov o Prce, que buscaban desdoblarse al pivote desconcertando el entramado azulgrana y reduciendo las diferencias, también con la seguridad de un Javier Ortigosa que ha ido a más tras la lesión de Martin Stranovsky.

El partido, a pesar del marcador, se igualó en el juego y sólo la contundencia de Mikkel Hansen evitaba que la diferencia diera aún más alas a un Reale Ademar que al menos ya tuteaba a su rival en la pista. Sólo duró lo que sorprendió la variante táctica, porque en el momento en el que volvieron los habituales titulares, Aguirrezabalaga o Buntic, el equipo se derrumbó desde el último acercamiento, 21-25, minuto 44, para irse el Barça de nuevo a la barrera de los diez goles.

La única alegría de la afición llegó con la entrada en cancha de los canteranos Ander Ugarte y José Mario Carrillo, que además tuvieron la oportunidad de estrenar incluso su casillero goleador y no desmerecieron dentro de la mediocridad casi general del Ademar.