El diario británico The Daily Telegraph recoge este martes la noticia. Los hechos se produjeron en la localidad rusa de Astrakhan, al sur del país, donde una pareja de novios celebraba su boda con sus invitados.
Uno de ellos, comenzó una broma sacando una pistola automática y disparándose a la sien. No pasó nada. Tras él, hizo lo mismo otro de los invitados a la boda, pero esta sí paso algo. Este invitado se disparó una bala de goma en la cabeza. Cayó al suelo tras el disparo. No ha muerto pero permanece en estado muy grave, con importantes daños cerebrales y una parálisis.
El invitado que llevó el arma a la boda y propuso el juego fue detenido por las Fuerzas de Seguridad rusas.