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UNA JUERGA DESTAPÓ EL ESCÁNDALO

Los funcionarios apartados también consumían alcohol en la cárcel de Meco

Horas después de que se destapara el escándalo, Interior ha admitido el inicio de una investigación sobre el escándalo sexual en la prisión de Meco. Hablan de relaciones consentidas y apuntan que los funcionarios introdujeron y consumieron alcohol en la cárcel.

La investigación, añade el ministerio en la nota de prensa, comenzó a finales del pasado año tras detectar "presuntas irregularidades". Durante la misma, se detectó que un funcionario abrió las celdas de dos internas y compartió varias horas con ellas, por lo que ahora se investiga si varios empleados del centro pudieron mantener relaciones sexuales consentidas con algunas de las 614 reclusas.

Juerga en Nochevieja 

La suspensión de uno de los dos funcionarios de la cárcel de Alcalá Meco se debe a que abandonó de su puesto de trabajo en la noche de Nochevieja en la que salió de prisión durante unas horas para adquirir alcohol, que consumió posteriormente con otros compañeros dentro de la cárcel, según informaron fuentes cercanas a la investigación.

Estas mismas fuentes precisaron que existen pruebas en las que se demuestra que este funcionario abandonó la prisión en plena noche a bordo de su coche. Asimismo, se ha podido acreditar que para ello abrieron el portón que permite la salida del auto, repitiéndose el mismo procedimiento tiempo después, una vez se había aprovisionado de la bebida.

Sólo el abandono de servicio ya es considerado como una falta muy grave dentro del reglamento penitenciario y sería suficiente para la suspensión de empleo y sueldo a la que ha sido sancionado por la Secretaria de Instituciones Penitenciarias. Además, las fuentes consultadas confirmaron que tanto este funcionario como algunos compañeros estuvieron celebrando la Nochevieja hasta el punto de no poder desempeñar su función con la profesionalidad debida. 

El segundo hecho que determinó el cese de parte del equipo directivo del Centro Penitenciario Madrid I, se produjo semanas después cuando otro de los funcionarios –que también ha sido suspendido de empleo y sueldo– abandonó también su puesto para introducirse en la celda de dos presas, donde permaneció durante varias horas.

Pese a que la investigación ha logrado corroborar este segundo abandono del servicio, las pesquisas ahora se centran en si este funcionario mantuvo relaciones sexuales con las internas, tal y como sostienen algunos de los testimonios incorporados en la investigación desarrollada desde hace meses por Instituciones Penitenciarias.

Las fuentes consultadas confirmaron que algunos de estos testigos escucharon al funcionario mantener relaciones sexuales con las presas. Sin embargo, la investigación también ha recogido otros testimonios en los que se admite la apertura irregular de la celda en plena noche –lo que ya supone un riesgo para la seguridad del centro–, pero aseguran no haber escuchado indicios de la práctica del sexo.   

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias confirmó este viernes la destitución de parte del equipo directivo del Centro Penitenciario Madrid I, en Alcalá Meco, debido a su incapacidad para evitar estas presuntas irregularidades que no llegaron a la Secretaría de Instituciones Penitenciarias por la denuncia de ninguna presa.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que han sido algunos compañeros de los funcionarios implicados los que han aportado la información.    

Según informó el Departamento que dirige Mercedes Gallizo, esta decisión ha sido fruto de una investigación que la Secretaría General, a través de la Inspección Penitenciaria, inició a finales del pasado año tras tener conocimiento de presuntas irregularidades.

En concreto se ha destituido al director y a los responsables de las áreas implicadas (el subdirector de seguridad y el administrador). A pesar de estos comportamientos individuales y que de ningún modo afectan al conjunto de los funcionarios, el Centro Penitenciario Madrid I funciona con absoluta normalidad. La Administración Penitenciaria seguirá manteniendo la más estricta exigencia en el cumplimiento de las normas y de la profesionalidad en el trabajo de los funcionarios.

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