El presidente del Gobierno ha sido abucheado este domingo a su llegada a Cantabria, donde acudía a la cumbre bilateral UE-México. Escuchó gritos de "fuera fuera" y silbidos. Luego, dijo que "desde que se inició la crisis dura en octubre de 2008 mi responsabilidad es pensar en el futuro de su país"
Los problemas se le acumulan al presidente del Gobierno. Zapatero anunció el miércoles un drástico recorte de gasto público que afectará a pensionistas y funcionarios, entre otros colectivos. Las críticas no han parado desde entonces.
No es para menos, teniendo en cuenta que sólo seis días antes de aquel pleno en el Congreso, Zapatero afirmó en Moncloa que habíra ajustes pero "drásticos no". Son innumerables las ocasiones que los miembros del gobierno y del PSOE han criticado al Partido Popular por la austeridad en el gasto público y con las pensiones, la dependencia y la congelación del sueldo a los funcionarios.
El tijeretazo vino impuesto, Zapatero únicamente decidió las partidas en las que reduciría los 15.000 millones, pero tanto Obama, como Merkel y el primer ministro Chino telefonearon hace justo una semana al presidente para que ajustara el déficit de forma inmediata.
En 48 horas preparó la comparecencia. Y en otras 48 ha aleccionado a sus ministros y partido político para que "expliquen" el plan y las medidas. Así, hemos podido ver a José Blanco en La Noria, en Onda 0 y clausurando un congreso de Juventudes Socialistas, todo en un fin de semana. Gabilondo, De la Vega, Pajín y hasta Rubalcaba se han asomado a los micrófonos de los medios de comunicación para cargar contra el PP por criticar las medidas y por congelar el salario a los funcionarios en 1996, entre otras ocasiones.
Así, este domingo, el presidente ha insistido en que "con rotundidad" las pensiones "van a mantener su poder adquisitivo en esta legislatura", debido a que en 2009 se revalorizaron, como sucederá también este año por la baja inflación.
En la rueda de prensa posterior a la V Cumbre entre la UE y México celebrada en Comillas (Cantabria), la prensa preguntó al presidente si el rechazo con que la sociedad española ha recibido los recortes anunciados para reducir el déficit público, sobre todo en lo que se refiere a las pensiones, podrían llevarle a replantearse esa decisión.
Zapatero contestó que el objetivo de reducir el déficit es "imprescindible para España, para su futuro inmediato" y para la recuperación económica y exige medidas "difíciles y duras". No obstante, afirmó que las pensiones "van a mantener su poder adquisitivo en esta legislatura por una razón evidente".
En 2009, recordó, "ganaron poder adquisitivo dado que la subida fue de dos puntos y la inflación, 0,8". Y se revalorizarán también en 2010 "conforme a lo que represente la inflación de noviembre". "No se van a revalorizar en 2011 -admitió- pero con la previsión y la evolución de la inflación y con lo que ha sucedido en 2009 el mantenimiento del poder adquisitivo va a ser en la legislatura el principio y el resultado".
Destacó además que las pensiones mínimas, que afectan a 3,2 millones de personas, "se van a revalorizar en su integridad", después de que hayan "ganado un 25 por ciento de poder adquisitivo desde 2005".
Volvió al discurso que tantas veces ha repetido: "ha sido el periodo de toda la democracia en el que las pensiones mínimas, aquellas que más preocupan a la sociedad y por supuesto a mí, porque eran muy bajas y siguen siendo bajas, más han subido", remarcó. Y no sólo por la evolución de la inflación, sino porque su Gobierno ha hecho un "esfuerzo de cohesión social", continuó Zapatero.
No le preocupan las encuestas
Zapatero consideró "lógico" que aquellas personas afectadas por los recortes anunciados por el Ejecutivo la semana pasada "exijan todas las explicaciones" e incluso vio " hasta cierto punto entendible" que tengan un impacto en las encuestas, algunas de las cuales dan al PP más de nueve puntos de ventaja en intención de voto sobre el PSOE, como la que publica este domingo el diario El País, elaborada por Metroscopia.
Sin embargo, señaló no estar preocupado por lo que dicen los sondeos. "Cuando tenemos unas circunstancias difíciles, serias, como las que tenemos desde que se inició la crisis de manera muy dura en octubre de 2008 mi responsabilidad, la responsabilidad de cualquier presidente de Gobierno es pensar en el futuro de su país, más que en cualquier otro futuro político o personal", concluyó.
Rompuy y Barroso dan su visto bueno
En cualquier caso, Zapatero ha estado este domingo arropado por Van Rompuy y Durao Barroso, en Comillas. Ambos líderes han respaldado su tijeretazo, ya que era necesario.
Tanto el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que comparecieron en la rueda de prensa junto a Zapatero y el presidente de México, Felipe Calderón, indicaron que las medidas anunciadas por el Gobierno español son "valientes" y "van en la buena dirección".
Van Rompuy no tardó en decir que la situación de España es "muy diferente" a la de Grecia y aseguró que no había ninguna otra opción para el Gobierno español que anunciar estas medidas que supondrán un ahorro al Estado de 15.000 millones de euros. Según dijo, "los déficit elevados están poniendo en peligro la consolidación del crecimiento". El presidente permanente de la Unión se mostró convencido de que estas medidas permitirán el crecimiento económico y al final servirán para crear empleo.
Barroso, Por su parte, dijo que las medidas anunciadas por el Gobierno español están "en la línea de lo que hay que hacer en este momento para acelerar la consolidación presupuestaria" que España y otros países deben conseguir, si bien precisó que la Comisión espera a conocer su contenido exacto para después evaluar el impacto que tendrán.
Reconoció el "esfuerzo" que ha hecho Zapatero anunciando unas medidas "difíciles y duras" y consideró que demuestran que Europa y sus líderes "están afrontando la crisis". Subrayó que "sin consolidación financiera no hay crecimiento económico" porque la consolidación financiera y presupuestaria es "indispensable para la confianza en toda la zona euro, en sus países y para el crecimiento económico". "Es la prioridad ahora", añadió Barroso, que no pudo predecir cuál será el comportamiento de los mercados en los próximos días.
Abucheado
A su llegada a Cantabria, el presidente ha sido abucheado por cientos de personas que se congregaron ante la comitiva de la cumbre. Zapatero llegó a Comillas, donde se reunió con el presidente de México, Felipe Calderón, el responsable del Consejo de Europa, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Los abucheos se produjeron cuando las autoridades se dirigían al Parador Gil Blas. Calderón llegó a la villa cántabra sobre las doce del mediodía y poco después lo hizo Rodríguez Zapatero, quien fue recibido con silbidos por parte del numeroso público congregado. Ambos acudieron acompañados de sus respectivas esposas, Sonsoles Espinosa y Margarita Zavala.