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Riau-riau, en Pamplona no hay crisis

  

Plaza de toros de Pamplona. Feria de San Fermín. Segundo festejo de abono, corrida de rejones. Lleno total.

Toros de Fermín Bohórquez-Murubeños. Noblones, con clase y fijeza pero justos de fuerza. Al segundo se le sacó el pañuelo azul, pero no se le dio la vuelta al ruedo porque los mulilleros no se enteraron.

Fermín Bohórquez.  Rejoneador clásico jerezano, ha montado esta tarde a Rubia, Brasileño y Bohemio, un caballo de siete años que estuvo extraordinario en banderillas. Ovación en el primero y dos orejas en el cuarto

Pablo Hermoso de Mendoza. Maestro del rejoneo, montó esta tarde a Adalid, Chenel, Curro, Silvetti e Ícaro, que estuvo inmenso de valor. Pablo y su cuadra pararon, templaron, mandaron, lidiaron y torearon. Pablo incluso hizo el teléfono. Dos orejas en el segundo y gran ovación en el quinto, no cortando las dos orejas por culpa del rejón de muerte.

Sergio Galán. Fino caballero conquense, estuvo clásico, valiente y valeroso como lo estuvieron, Charro, Vidrié, Ojeda y Capea. En el tercero cortó una oreja y en el sexto dos; total tres.

El festejo duro una hora y cincuenta minutos y en el esportón había siete orejas, saliendo los tres rejoneadores a hombros

Los cohetes y los petardos estaba en la calle, en la plaza los caballeros lo bordaron.

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