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Volkswagen Eos 2.0 TSI 210 CV DSG: Un cabrio elegante

Probamos la que pensamos que es la mejor elección a la hora de comprar un VW Eos, con un motor potente, suave, silencioso y un cambio automático de los mejores. Si quieres disfrutar bajo el sol, sigue leyendo.

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El Volkswagen Eos es un descapotable de techo duro con cuatro plazas y 4,40 metros de longitud. Un coche que se puede usar a diario durante todo el año, porque cerrado es un perfecto coupé sin los problemas de las capotas de lona y, cuando la climatología lo permite, podemos disfrutar de la conducción bajo el sol.

El diseño de este Volkswagen apenas ha presentado cambios desde su lanzamiento a mediados de 2006, pero no se le ve antiguo. Es clásico y conservador, quizá por eso no se le ve desfasado.

Interior renovado

Por dentro sí que hay cambios en el VW Eos, menos mal porque antes llevaba el sobrio salpicadero del Golf V. Ahora luce el del Golf VI, que tampoco es muy llamativo pero sí más actual, práctico y con más calidad.

Puedes ver fotos del antiguo en la prueba del VW Eos 2.0 TFSI 200CV

Puntos positivos: Postura de conducción amplia con múltiples reglajes, capacidad para cuatro adultos (con poca altura libre para los de atrás), hueco en el maletero para llevar objetos alargados y, en esta versión, mucho equipamiento.

Puntos negativos: El maletero tiene una capacidad máxima de 380 litros, un poco justa y con formas raras que hacen complicado acoplar el equipaje. Si queremos descapotar el coche, el maletero se queda en poco más de 200 litros. Las plazas traseras tienen poca altura libre con el techo cerrado y la anchura disponible no es mucha a pesar de contar sólo con dos plazas en esta fila de asientos. Tiene sensores de aparcamiento traseros por necesidad (para poder abrir o cerrar el techo con seguridad), pero no delanteros.

Más herencia del Golf VI

Nuestro Eos ha pasado de ocultar bajo el capot el motor del Golf GTI V a hacer lo propio con el del Golf GTI VI. Se trata de un dos litros de gasolina turboalimentado con inyección directa y distribución variable que desarrolla una potencia máxima de 211 CV a 5.300 rpm. Son caballos más que suficientes para mover con soltura al Eos, pero con un descapotable no se busca la deportividad, sino suavidad y buena respuesta a cualquier régimen, y este motor no lo hace nada mal.

Además, la unidad probada equipa cambio automático DSG, lo que le da mayor comodidad a la conducción sin restarle placer. Sólo queda arreglar una pega en el DSG para que roce la perfección, que las salidas desde parado sean más rápidas y menos bruscas.

Este Eos alcanza una velocidad máxima de 236 km/h (con el techo cerrado, claro) y acelera de 0 a 100 en 7,8 segundos. No es precisamente lento, pero su comportamiento un tanto torpe le quita muchos puntos si buscas deportividad al volante. El consumo medio homologado es de 7,7 litros, mientras que durante la prueba la cifra que hemos registrado es de 11 litros a los cien, una cifra razonable.

Relax al volante

El Volkswagen Eos es un coche cómodo a pesar de contar con unos tarados de suspensiones y amortiguación firmes. La versión probada cuenta con tres posibles reglajes, uno más cómodo, otro más deportivo y un tercero automático que se adapta a las diferentes circunstancias.

En la posición más cómoda se le nota un poco culón, la trasera sube y baja más de lo esperado, por lo que es preferible dejarlo sólo para ciudad o carretera abierta con buen firme y circulando sin carga. En la posición deportiva los baches se aprecian más, no llega a ser incómodo y consigue un comportamiento dinámico muy superior. Al final se suele usar el modo dinámico, que es un equilibrio acertado entre las otras dos.

En general al Eos se le notan los kilos, es un poco pesado y, si buscamos la diversión en curvas encontraremos derivas que nos ralentizarán el ritmo. Por otra parte no deja de ser un descapotable y, aunque la rigidez está bastante conseguida, se aprecian ciertos movimientos del chasis (principalmente con el techo abierto). La dirección es precisa, pero menos que en un Jetta, que es el modelo cerrado más equivalente.

El motor cumple con nota, empuja muy bien desde bajas vueltas, es suave y elástico, justo lo que se necesita para un descapotable. El aislamiento acústico del motor está bien resuelto, pero además el cambio DSG no le exige trabajar a altas vueltas en carretera, por lo que al habitáculo llega poco sonido del motor.

Si circulamos en configuración coupé lo único apreciable son pequeños ruidos en los apoyos y también ruido aerodinámico, pero nada grave. Si escondemos el techo en el maletero podemos circular hasta 120 Km/h con comodidad para los pasajeros delanteros, los de las plazas traseras necesitan velocidades más reducidas.

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