El Ejecutivo no quiere imprevistos ni problemas ante una huelga de controladores que sumergiese a España en el caos y antes del verano ya aprobó un Plan de Contingencia para hacer frente a estos paros, ya sean con servicios mínimos o sin ellos.
Según informa El Economista, ante esta tesitura los militares tomarían el control de hasta 24 aeropuertos españoles, algunos tan importantes en fechas estivales como Ibiza, Fuerteventura, Menorca, Lanzarote o Almería, así como de ciudades como Pamplona, San Sebastián, Vigo, Granada o La Coruña.
En este sentido, este Plan establece una modificación de turnos y de horarios operativos, cerrando de noche las instalaciones. "Son necesarios 42 controladores diarios para mantener el servicio. El número total dependerá de los turnos de estos controladores y del periodo de duración de la medida".
Igualmente, se aprobó la utilización del servicio Afis o sistema automático de control en aeropuertos como el de Ciudad Real, Huesca, El Hierro, Logroño, Burgos y La Gomera.
En caso de un paro en el que sólo el 30 por ciento de la plantilla estuviera operativa, el Plan establece el cierre de 21 aeropuertos y las bases militares abiertas al tráfico civil. Además, se restringiría las operaciones en el resto. Por ello, si ocurriera esto se crearían gabinetes de crisis y se "activaría la Ley de Seguridad Aérea para usar controladores militares".
Si se produjera la huelga y no se respetasen los servicios mínimos "se suspenderían el cien por cien de los vuelos, las compañías aéreas comunicarían los vuelos cancelados, se cerrarían todos los aeropuertos y las bases militares abiertas al tráfico civil".
Esta situación obligaría a declarar el Estado de Emergencia, iniciando la habilitación del mayor número posible de militares para que se hicieran cargo de las torres de control. El inicio de esta habilitación se desarrollaría en un periodo de dos o tres días.