La cuarta jornada de la Liga Europa ha vivido muchas y variadas sorpresas, lo que denota la igualdad de la competición y otorga mayor importancia a la victoria colchonero en casa del Rosenborg. Las dos más importantes se produjeron en el mismo grupo, el A, en el que la Juve no pudo en su propio estadio con el Salzburgo austríaco; peor le fue al Manchester City, que cayó con estrépito en su visita al Lech Poznan (3-1), en el estreno de José Mari Bakero en el banquillo polaco.
También inesperada ha sido la derrota del Sporting de Lisboa en su visita al Gante, en la que la expulsión de Abel en el minuto 77 y con empate a uno en el marcador propició la debacle portuguesa, para acabar cediendo por 3-1.
Mejor le fueron las cosas a Bate Borisov y Levski Sofía, que han saldado con victorias sus encuentros caseros, y en uno de los partidos más interesantes de la jornada el CSKA de Moscú se impuso en casa al Palermo italiano, después de remontar el tanto inicial de Maccarone con tres goles en la segunda mitad.
Dos de los choques más esperados de la jornada terminaron en empate. Oporto y Besiktas terminaron con un 1-1 el encuentro disputado en tierras lusas, mientras que PSG y Borussia Dortmund no lograron ningún gol, en claro beneficio para el Sevilla.
Pero sin duda se esperaba que el Liverpool – Nápoles fuera el duelo más espectacular, y nadie pudo quedar defraudado. Después de que los italianos se adelantaran en el marcador con un tanto de Lavezzi, en los últimos quince minutos llegó la remontada con una actuación magistral de Gerrard, autor de los tres tantos.
Precisamente otro equipo italiano fue el protagonista de la última sorpresa de la jornada, cuando la Sampdoria, sin Cassano pero con Pazzini, fue incapaz de pasar del empate sin goles en su encuentro disputado en casa ante el Metalist.
Por último, destacar también las victorias del Zenit en casa del Hajduk Split (2-3), del PSV en casa ante el Debrecen (3-0) y del Steaua de Bucarest ante el Utrecht (3-1).