'Gran Turismo 5': demasiada espera, demasiadas expectativas

Lo mejor:

• La gran variedad de coches, circuitos y modos de juegos disponibles.
• La jugabilidad y la experiencia de juego enganchan con facilidad.

Lo peor:

• A pesar de la instalación de datos los tiempos de carga son muy largos.
• Los pequeños fallos visuales estropean un poco la experiencia de juego.

Metemos el juego en la consola y tras una larga instalación podemos disfrutar de una espectacular introducción que deja patente el sello de elegancia y realismo que ha caracterizado a la franquicia desde sus inicios en Playstation.

Una entrega más, Polyphony Digital sigue siendo fiel a la coletilla que acompaña siempre a Gran Turismo: "The real driving simulator". O en español, el simulador de conducción realista.

Junto a Forza, a día de hoy es la experiencia más reconfortante y verosímil que existe en el mundo de los videojuegos. Yamauchi y compañía no han querido andarse con tonterías y han vuelto a apostar por un formato que les ha funcionado a las mil maravillas.

Independientemente de si jugamos con un mando o un volante el control en bastante bueno. Eso sí, cada coche es un mundo. Dependiendo de la tracción y la configuración la respuesta es totalmente distinta. Aunque de inicio es muy accesible para todos, la maestría lleva mucho tiempo y práctica.

Una de las grandes bazas de la franquicia ha sido la enorme cantidad de coches disponibles. Gran Turismo 5 nos ofrece un amplio abanico con más de 1.000 automóviles: desde modelos cotidianos a deportivos de gama alta, pasando por prototipos, vehículos históricos o los adictivos karts.

Eso sí, este gran catálogo tiene una pequeña trampa. Divididos en dos categorías tenemos por un lado coches reciclados directamente de Gran Turismo 4 con una calidad visual aceptable pero muy mejorable. Además, el sistema de físicas deja bastante que desear y estos modelos se comportan en carrera como bloques de acero.

Por otro lado tenemos los denominados coches Premium que demuestran el potencial técnico del juego. Modelados con un alto grado de detalle y unas físicas más realistas y con deformaciones. Aunque los Premium son minoría tienen un porcentaje bastante importante.

Los circuitos, al igual que los coches, son protagonistas indiscutibles. A nuestra disposición tenemos una gran cantidad que combina trazados ficticios con localizaciones reales como Londres o Roma. Escenarios llenos de detalle hasta el punto de que podemos reconocer las tiendas y los anuncios de algunos circuitos urbanos como el de Madrid.

Modos de juego

No podía faltar a la cita un viejo conocido como GT. Un modo que recrea una carrera profesional donde según vamos ganando competiciones conseguimos dinero para comprar coches. Buena parte de lo que hagamos en el juego gira en torno a este modo. La primera impresión de este modo es agobiante; un montón de opciones y posibilidades que con el paso del tiempo vamos desgranando junto a un menú algo confuso.

A la hora de jugar y progresar en el modo GT tenemos dos posibilidades. Si queremos correr nosotros directamente –que es lo más normal– tenemos el modo A-Spec. Si en cambio queremos dar órdenes a un piloto virtual en el modo B-Spec podemos guiarle a través de diferentes comandos.

Para mejorar el rendimiento de nuestros autos tenemos a nuestra disposición en el taller todo tipo de piezas para mejorar la potencia y exprimirlos al máximo. Aunque ojo con las configuraciones porque a veces no es una cuestión de meter caballos a piñón.

Las licencias vuelven a estar presentes, exámenes para evaluar nuestra pericia y conseguir carnets. En esta ocasión no son necesarias para empezar a jugar. Eso sí, para acceder a determinadas pruebas y carreras son totalmente necesarias.

Si los campeonatos y las licencias se nos quedan cortos podemos probar nuestra pericia al volante en los eventos especiales. Pruebas diseñadas en torno a un tipo de conducción específica, desde la conducción de karts a pruebas de rally, NASCAR o el programa de televisión Top Gear. Aunque la mayoría son divertidas y tienen la dificultad bien medida a veces pueden resultar muy frustrantes si no tenemos un volante.

Polyphony Digital ha querido ponerse al día introduciendo el juego online de Gran Turismo. Articulado como si fuera una red social interna podemos contactar con otros usuarios y participar en carreras de todo tipo. En general apenas se nota el lag y siempre suele haber bastantes carreras disponibles para jugar.

Existe vida más allá del largo y extenso modo GT. Si queremos jugar sin más contra la consola o un amigo en pantalla partida tenemos la modalidad Arcade. Ideal para carreras rápidas donde podemos elegir entre un abanico de coches predeterminados o los que tengamos en nuestro garaje.

Si el número de circuitos se os hace corto o queréis experimentar tenemos a nuestra disposición un potente editor. En él podemos modificar las secciones del trayecto decidiendo la dificultad, la pronunciación de las curvas y la anchura. Además, podemos compartir todas las creaciones con nuestros amigos.

Apartado técnico

Si de algo ha ido presumiendo Gran Turismo 5 en toda su fase de desarrollo ha sido de potencial gráfico. Diseños hiperrealistas con un acabado en general que quitaba el hipo. Yamauchi ha cumplido en buena parte pero hay algunos fallos inexplicables en el acabado como los dientes de sierra en las sombras de los árboles o el pobre acabado de los coches normales.

Aún así el acabado gráfico es soberbio. 60 fotogramas por segundo casi constantes, y una presentación excelente y llena de elegancia. El modo fotografía o las capturas en el modo repetición dan buena cuenta de la grandeza visual del juego.

El apartado sonoro vuelve a rozar un gran nivel aunque los más nostálgicos posiblemente echen en falta la aparición de Moon over the castle en la banda sonora. Temas de jazz para los menús y música más roquera y cañera cuando conducimos: una dupla conocida de sobra por los fans de la franquicia.

Conclusión

Gran Turismo 5 es un gran juego. Es cierto que la espera ha sido muy larga y que no es el juego definitivo de conducción. La publicidad y las altas expectativas han jugado en su contra pero a pesar de ello es un excelente simulador de conducción. Tiene fallos sí, pero por variedad, modos de juegos y diversión es junto a Forza 3 el mejor simulador de conducción que ha salido hasta la fecha. Ideal para los fans acérrimos a la franquicia y para todos aquellos que busque en la consola de Sony una experiencia automovilística muy completa.

Gran Turismo 5 ya está a la venta para Playstation 3 a un precio de 69,95 euros con una calificación para todos los públicos, según el código PEGI.