El Partido Popular ha logrado una importante victoria en las europeas. Independientemente de líderes y candidatos, la marca PP sigue siendo la más fiable de la política española. Los denodados esfuerzos del PSOE por forjar una identidad política de izquierdas activa e inmutable podrían estar fracasando. Es más, el tiro le está saliendo por la culata. Cada día les costará más rebañar votos a su izquierda, habida cuenta de que IU obtiene el peor resultado de su historia. Cuando en las europeas de 1994 Aznar sacó 10 puntos al PSOE, IU reunió al 13,5% de los votos. Ahora no llega al 4%.
Además de haber superado por primera vez el 42% en unas europeas y tener dos escaños más que los socialistas, lo cual desmiente cualquier interpretación de victoria por la mínima, el PP ha conseguido arrebatarle al PSOE cinco provincias que este partido ganó en las generales de 2008 (León, Teruel, Málaga, Tenerife y Las Palmas) y está a un puñado de votos de Zapatero en media docena más. En total, el partido de Rajoy se ha impuesto en 32 provincias más Ceuta y Melilla y el PSOE solamente en 15. El pinchazo del PSC pese al gigantesco esfuerzo realizado constituye un fracaso sin paliativos.
Por otra parte, el escaño –casi dos– de UPyD, a quien la noche electoral Ignacio Villa exigía su disolución (las únicas encuestas privadas que fallaron fueron la de La Vanguardia y la postelectoral de los servicios informativos de COPE), y su consolidación en Madrid (casi el 7% tanto en la provincia como en la capital), donde el PP ha bajado respecto a 2004, le proporcionan una plataforma a partir de la cual irradiar a otras zonas urbanas. Es en las ciudades donde el PSOE baja más y donde los votantes del PP se muestran menos fieles a su marca. Un fantasma recorre la sede de los populares de Madrid: la irrupción de UPyD en el consistorio de la capital y en la Asamblea regional, o en otras palabras, el fin de la mayoría absoluta de Ruiz Gallardón y quizá también la de Esperanza Aguirre. ¿Justa por pecador? Así es la vida.
Igual que en las elecciones gallegas, en éstas Mariano Rajoy ha puesto toda la carne en el asador con una campaña personal paralela a la del candidato de su partido. Lo menos que se puede decir es que su presencia destacada no ha perjudicado a su partido. Si nos atenemos a las encuestas publicadas antes de la campaña, su arriesgado protagonismo no ha restado ni un solo voto a la lista encabezada por Mayor Oreja. En todo caso habrá sumado alguno. Es lo que hay.
De cara al probable declive de ZP, la pregunta del millón es de dónde sacará el PP esos nuevos votos que le aseguren una mayoría suficiente para gobernar (a estas alturas ni siquiera Arriola confía en la abstención). Dados los buenos resultados de CiU, no parece que los nacionalistas catalanes estén por la labor de abandonar a los suyos para derrotar a los socialistas.
Resultado de Alternativa Española: 19.650 votos (0,13%). Resultado de Libertas-Ciudadanos de España: 22.800 (0,15%). Nada.
Dos de dos. Mariano duerme tranquilo. Zapatero menos.