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Carlos Alberto Montaner

Qué debe hacer la UE ante el caso cubano

¿Por qué la Unión Europea debe ayudar a los cubanos a recobrar su libertad? Porque Cuba, por sus valores, su tradición, su lengua, su historia, su cultura, no es otra cosa que una de las expresiones de la vasta cultura europea.

En junio próximo el Gobierno español intentará que la Unión Europea elimine su posición común con relación a Cuba, vigente desde 1996, para que el Gobierno de La Habana negocie bilateralmente con los países que forman parte de esa institución. El tema parece ser una obsesión de Miguel Ángel Moratinos, el generalmente errado canciller español. La proposición es contraproducente por varias razones que explicaré más adelante, pero antes es conveniente anotar cierto rasgo muy preocupante de la política exterior española bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero:

  • La política exterior de Zapatero no está basada en la defensa de los principios democráticos que recogen los documentos fundacionales de la UE, sino en el más burdo oportunismo. Madrid mantiene las mejores relaciones con la dictadura de Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, país que estuvo hasta 1968 bajo soberanía española, y no ha vacilado en quitarle todo respaldo a los saharauis del Sahara occidental, territorio colonial español hasta que en 1976 el Reino de Marruecos se lo arrebató. Si ése es el comportamiento del Gobierno de Zapatero con cientos de miles de personas que hasta hace muy poco estaban históricamente unidas a España y eran protegidas por sus leyes, ¿cómo extrañarnos de la falta de compromiso de ese gobierno con el rescate de la democracia cubana?

Dicho esto, conviene argumentar por qué es conveniente y justo mantener una política común europea con relación a Cuba:

  • Porque a la dictadura cubana le resulta mucho más fácil imponer sus criterios en relaciones bilaterales. Si no se sienten obligados por la política de la UE, la tendencia natural de las naciones europeas ante un tema poco importante para ellas, como es Cuba, será ignorar la falta de libertades que padecen los cubanos y los atropellos que suceden en la Isla, como suelen recomendar algunos diplomáticos acreditados en Cuba más interesados en no tener problemas con el gobierno que en defender los valores y principios de la democracia.
  • Porque esa política común es un permanente recordatorio al Gobierno cubano de que el espacio democrático más grande y prestigioso del mundo no acepta como buena y legítima una dictadura totalitaria de partido único y total ausencia de libertades. Esa presión es una forma de respaldo no sólo a los demócratas de la oposición, sino también a los reformistas del gobierno que quieren cambios. Si el mundo libre acepta el modelo estalinista cubano, y si la UE ignora los horrores que padece el pueblo cubano, ¿qué incentivos existen para que la cúpula dirigente inicie esos cambios?

¿Qué debe hacer la Unión Europea con relación a Cuba, además de mantener la posición común? Al menos, cinco cosas:

  • Apoyar a los demócratas de la oposición, recordando que el tejido político de esa oposición está formado con los mismos mimbres que sostienen a la UE: democristianos, liberales, socialdemócratas y conservadores. La forma de dar apoyo es darles voz y respaldo en las instituciones de la UE y recibirlos ostensiblemente dentro y fuera de Cuba.
  • Es muy importante recibir a los disidentes en las legaciones diplomáticas en Cuba, invitarlos a los actos oficiales, y ofrecerles la oportunidad de que puedan acceder a Internet en sus dependencias.
  • Sería útil crear en esas delegaciones unas potentes antenas WI-FI descodificadas para que los cubanos que vivan cerca de las embajadas y consulados puedan acceder a Internet por medio de ellas con mayor libertad.
  • Convendría informar y comentar regularmente sobre Cuba en las estaciones oficiales de onda corta, tal vez dedicándoles a los cubanos un espacio fijo de diez minutos semanales, como hacen los checos, para que los cubanos se habitúen a acudir a esas fuentes de información y rompan el bloqueo informativo a que los somete el régimen.
  • Es justo y vital crear en el Parlamento Europeo un grupo permanente y multipartidista de trabajo por la democracia cubana, capaz de contrarrestar la intensa labor política que hace dentro de la UE el aparato cubano de inteligencia por medio del "Grupo de amistad y solidaridad con el pueblo de Cuba" que, para vergüenza de algunos de sus compañeros de bancada, dirige el eurodiputado socialista español Miguel Ángel Martínez.
¿Por qué la Unión Europea debe ayudar a los cubanos a recobrar su libertad? Porque Cuba, por sus valores, su tradición, su lengua, su historia, su cultura, no es otra cosa que una de las expresiones de la vasta cultura europea, como lo pueden ser Argentina, Canadá o Estados Unidos. Tras más de medio siglo de dictadura estalinista, el Gobierno de los Castro está en su etapa final, envejecido, desprestigiado y deslegitimado ante los ojos de los cubanos. Cuba algún día será libre. Con la ayuda de la Unión Europea ese momento llegará antes.

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