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El "milagro" de la cogida de Enrique Ponce

La crónica rosa de Es la mañana analizó el progreso de Enrique Ponce en el hospital, y lo que pudo haber sido la cogida.

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La Crónica Rosa de Es la mañana de Federico, con Carmen Jara, Alaska y Beatriz Cortázar, ha tratado los más variados temas de la actualidad social, pero se ha centrado en la dramática cogida a Enrique Ponce en Valencia. El miedo ahora mismo es que se rompa la clavicula, porque son peores los huesos que las cornadas, es mas dificil soldar para un torero.

Ahora, tal y como reveló al programa el colaborador de esRadio y Libertad Digital Andrés Amorós, el diestro se recupera en el hospital mientras afronta la nueva operación. La cogida le pasó a escasamente un centímetro de la yugular y la carótida, pudiendo haber sido mucho más dramática. Le llegó casi hasta el cuello, y por suerte fue hacia arriba y no hacia el pecho, lo que hubiera sido letal. Tal y como explicó Amorós a Es la mañana, se trata de la quinta cogida grave del diestro pero como todo gran torero ya está pensando en reaparecer a primeros de mayo en la Maestranza de Sevilla, ya sea el primer o el segundo día.

Por otro lado, y según aseguró Paloma Cuevas al periodista Carlos Pérez Gimeno, el diestro va a ser operado de inmediato. "Ha pasado la noche mal con muchos dolores, porque la cornada ha sido muy fuerte, y va a operarse de la fractura de la clavícula que ha quedado rota". La esposa del torero, que ahora mismo está de regreso en Madrid, sigue un tanto nerviosa y agradeció todas las muestras de cariño recibidas.

Beatriz Cortázar completó en esRadio la información, desmintiendo que vaya a ser el doctor Ángel Villamor, que intervino al Rey de la cadera y es especilista en cirugías a deportistas y toreros jóvenes, quien vaya a operar a Ponce. El diestro y su familia están barajando gran cantidad de doctores, ya ahora mismo no saben si quedarse en Valencia o trasladarse a Madrid. Según opinó Federico Jiménez Losantos, Villamor "operó al Rey pero también a Pedro J. Ramírez de lo mismo, prótesis de cadera. Pedro J. está perfecto -explicó- pero el Rey, que ya estaba cascado, no". La cogida a Ponce y sus consecuencias, aunque graves, son de todas formas un verdadero "milagro".

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