Leonardo Dicaprio está con su novia Toni Garrn en la Costa Azul descansando. Aunque el actor tiene su propia isla privada cerca de Belice, la cual le costó 1,7 millones de dólares, le gusta pasar unos días en Saint-Tropez.
Al protagonista de El lobo de Wall Street se le puede ver muy cambiado. Ha cogido varios kilos y empieza a mostrar los primeros signos de alopecia.
Esta no es la primera vez que Leo se descuida con su físico, sin embargo, siempre consigue recuperarlo. Quizás, esta vez sea por exigencias de guión.