Castilla-La Mancha es tierra de fiestas durante el verano y también a principios del otoño: muchas ciudades y localidades de la comunidad celebran sus festividades durante este mes de septiembre.
Por ejemplo, en la provincia de Albacete encontramos la fiesta de San Bartolomé Apóstol en Tarazona de la Mancha, de Interés Turístico Provincial y que se celebran alrededor del día 10.
Pero la gran celebración de la provincia es, por supuesto, la Feria de Albacete, de Interés Turístico Internacional y que se celebra entre del 7 al 17 de septiembre. Conocida como "la Feria", está unida a su recinto ferial, del que la ciudad ya disponía en el s. XVIII.
La cabalgata de apertura, con trajes regionales, música y comida en las calles, traslada allí a la Virgen de los Llanos, patrona de la ciudad. Junto a la Batalla de las Flores, es sólo el comienzo. Después, y durante diez días, la fiesta se prolonga durante las veinticuatro horas, con todas las actividades imaginables para todos los gustos y edades: conciertos, toros, teatro, deportes... y carpas abiertas a todas las horas.
Ciudad Real
El mes de celebraciones en la provincia de Ciudad Real empieza con la Fiesta de la Vendimia en Valdepeñas, de interés turístico provincial y que se celebra durante los primeros días de septiembre.
Entre la segunda y la tercera semana del mes nos podemos acercar a los encierros de Almodóvar del Campo, declarados de Interés Turístico Regional.
En Cuenca también se celebra en este mes de septiembre, concretamente el día 21, la Fiesta de San Mateo, la gran fiesta con la que la ciudad conmemora su conquista por Alfonso VIII en 1177. Conocida también como "Las Vaquillas", su atractivo principal son las vacas bravas "enmaronadas", que se sueltan en el casco antiguo de la ciudad, con los cuernos sujetos por sogas de esparto y cáñamo. La actuación de los "maromeros" permite el máximo disfrute a quienes se atreven a salir a citarlas.
Durante "Las Vaquillas" si hay algo obligado para el visitante es probar la zurra, bebida a base de vino blanco, azúcar y limón, que no falta en ningún rincón.
Guadalajara y Toledo
En una de las zonas más interesantes de la provincia de Guadalajara nos encontramos con las Fiestas del Santo Niño, en Majaelrayo, una fiesta de Interés Turístico Regional que tiene lugar durante la primera semana de septiembre. Aprovechando la ocasión, es fundamental visitar los pueblos de la zona que constituyen los municipios de la Arquitectura Negra.
Tampoco hay que perderse la procesión del fuego en Humanes, en la segunda semana de septiembre. Es una fiesta declarada de interés turístico regional. Se celebra el segundo sábado de septiembre.
No lejos de allí, en Azuqueca de Henares se puede asistir al Desfile de Carrozas de las fiestas de septiembre, que se celebran el tercer domingo del mes y está declarada de Interés Turístico Regional. Lo mismo que la fiesta ganchera en los municipios del alto tajo como Taravilla, Poveda de la Sierra, Peñalén, Zaorejas y Peralejos de las Truchas, que se celebra el primer sábado de septiembre.
En Toledo, por su parte, hay una cita ineludible el tercer domingo de septiembre: la procesión del Santísimo Cristo de la Sala de Bargas. Una procesión que sobrecoge por su silencio y por la exclusiva luz de las velas con que se acompaña.
También espectaculares son los trajes típicos bargueños que visten mujeres y hombres de la localidad. El de ellas, completado por un mantón de Manila, en muchos casos heredado de madres a hijas durante generaciones y cuya minuciosa colocación es admirable: doblado en pico, cruzado hacia atrás, pequeñas dobleces sobre la nuca se prenden con multitud de alfileres en el cabello. En las orejas, las "arracadas", pendientes de inspiración mudéjar, y al cuello los aderezos, colgantes en forma de lazo, pluma o almendra. Todo ello, presente en las más de dos mil bargueñas que suelen acompañar la procesión