La oficina se ha convertido con el paso del tiempo en nuestro segundo hogar, y en ocasiones olvidamos la importancia de su ambiente, que influye directamente en nosotros mismos, así como en nuestra productividad. Por ello, un entorno de trabajo positivo es vital en nuestra vida laboral, una vida donde el estilo Feng-Shui tiene muchas ideas que aportar.
El equilibrio es la base de esta filosofía oriental milenaria, donde la naturaleza y el hombre encuentran la armonía de las energías. A través de simples cambios podemos conseguir alejar las malas energías en el trabajo y generar una mayor fluidez de las positivas.
Expresividad cromática
La búsqueda de la tranquilidad y la concentración en nuestro puesto de trabajo está garantizada con el empleo de colores neutros en la pintura de las paredes, pues son las que nos van a albergar durante extensos periodos. Sin embargo, existen algunas tonalidades un poco más afinadas en función de la tarea a la que estemos destinados. Un ejemplo sería el color terracota o durazno, símbolos de calidez y humanidad, que resultarán muy útiles en el ámbito comunicativo, mientras que el color azul contrarresta situaciones de estrés y concentra a la vez que acerca a las emociones - podría ser un color certero en el caso de escritores. En cambio, existen otros colores que incentivan y despiertan la creatividad, como es el caso del verde, cuya presencia en el ámbito de creativos (publicidad, moda...) lo convierten en un indispensable en la oficina –ya sea en paredes o elementos decorativos-.
La clave del contexto
El lugar que ocupemos en el espacio y el modo de habitarlo es otro de los puntos clave en el Feng Shui. Por ello, debemos procurar que nuestro escritorio se encuentre con vistas a la entrada y la espalda resguardada –ya sea una pared o mobiliario de oficina-, ya que esto nos garantiza una mayor seguridad en nosotros mismos. Por su parte, la amplitud y los ángulos se convierten en básicos a la hora de elegir nuestro escritorio, cuya decoración también es la esencia de nuestro ámbito laboral. Por ello, el Feng-Shui, basado en los elementos, recomienda la presencia de la naturaleza, y qué mejor forma de hacerlo que con una planta, la cual también aportará seguridad. Si, además, elegimos una planta que pueda vivir en un ámbito acuático lograremos la combinación perfecta, pues podremos tener un original jarrón transparente con la planta sumergida en agua.
El papel de los detalles
Asimismo es importante contar con toques de color en lámparas, archivadores, bandejeros... que además de conseguir la organización y limpieza de nuestra zona de trabajo, implican dinamismo. Del mismo modo, no podemos olvidar tener ese pequeño detalle, ya sea en foto o elemento decorativo, que nos recuerde al hogar y la calidez familiar como estímulo de energía. Una decoración que se puede completar con los denominados "guardianes" del Feng Shui, donde la tortuga simboliza la estabilidad laboral y se recomienda colocar detrás, acompañada de un tigre a la derecha y un dragón a la izquierda.
Anímate y comprueba los efectos que unas simples variaciones pueden llegar a crear en nuestro espacio de trabajo y en nosotros mismos.