Conseguir un ambiente acogedor en la casa y aprovechar los espacios es sencillo. Los bancos para sentarse son la solución a ese espacio del hogar, bien sea en la cocina, en el salón o en el dormitorio, que queremos aprovechar y no sabemos cómo. O a ese rincón de la casa al cual queremos dar un toque elegante, distinguido o quizá moderno que cambie la estancia.
Tener un banco en la cocina es útil. En la gran mayoría de casas la cocina es el lugar donde los distintos miembros de la familia se reúnen para conversar y compartir un espacio de tiempo juntos mientras algunos de ellos preparan la comida. En numerosos hogares es, además, el sitio donde se comparten las comidas y las cenas puesto que se evita transportar los platos de una estancia a otra. En ese sentido, los bancos en la cocina suponen una opción práctica para desayunar o comer con la familia en un ambiente acogedor.
Lo mismo sucede en los salones de los hogares, donde las reuniones y las cenas familiares son habituales y donde una zona acogedora donde haya un banco para sentarse favorece unos momentos de reunión entrañables. En los dormitorios, y muy especialmente en los juveniles o infantiles, el banco, se convierte en un espacio cálido para conversar y compartir confidencias, jugar o pintar.
El diseño de los bancos es clave. Los hay rectos o esquineros, y la decisión de la forma está en función del espacio de la estancia al que se le quiera dar este toque acogedor. En el caso de los bancos esquineros, la principal ventaja es que permiten aprovechar los rincones del hogar para el almacenaje, ya que la gran mayoría permite tener un espacio extra donde guardar utensilios varios, como cacerolas de cocina, mantas o juguetes, y se adaptan perfectamente a cualquier estilo en el que esté decorada la estancia. En esta línea, la longitud del banco se ajusta también a las dimensiones y formas de donde se desea ubicar puesto que se hacen a medida de lo que el cliente solicita.
Asimismo, los bancos para sentarse de exteriores suponen una buena alternativa para guardar herramientas u otros utensilios a la par que decoran un espacio como podría ser, por ejemplo, un jardín o un porche, sin que queden estos utensilios a la vista de familiares e invitados.
Los materiales de construcción del banco son fundamentales para obtener un estilo decorativo acorde al del resto del mobiliario de la estancia. Entre los principales materiales de estos asientos, que pueden tener o no respaldo, están la madera, que aporta un toque de nobleza y elegancia a la estancia, el cemento, más moderno, o la fibra de vidrio, cuya resistencia y liviandad es perfecta para una decoración minimalista. Asimismo, existe la posibilidad de combinar estos materiales y, por ejemplo, un banco con asiento de rejilla y patas de madera quedaría perfecto en un salón de estilo antiguo.
Por otra parte, la decoración del asiento de los bancos permite dar ese último toque que proporciona su personalización. En esta línea, el asiento se puede tapizar con un material antimanchas especial que repele la suciedad, con piel, o bien con tejidos sintéticos disponibles en multitud de colores que imitan la piel. Además, para completar la decoración, lo ideal es utilizar cojines acolchados de tela de colores lisos, con tonos alegres o discretos, en función de si la estancia tiene un estilo más clásico o más desenfadado.