El pasado 14 de marzo Samsung presentó en Nueva York su nuevo buque insignia para el sector de los smartphones. Se trata del Galaxy S4, llamado a ser uno de los líderes del mercado. El terminal cuenta con una pantalla de cinco pulgadas HD y con avanzadas especificaciones de hardware, que permiten ejecutar nuevas funciones inéditas en dispositivos de la compañía.
Tras la presentación, se ha confirmado que el dispositivo se va a poder adquirir por 699 euros. El precio está en la línea de los smartphones más avanzados, pero IHS iSuppli, según The Wall Street Journal, ha calculado el coste del terminal para analizar su competitividad con el resto de móviles y el beneficio que puede obtener Samsung. El resultado es que el Samsung Galaxy S4 tiene un coste de fabricación superior a su antecesor y a su principal rival.
En concreto, el coste de los componentes del Galaxy S4 en su versión de 16 GB es de 244 dólares (188,9 euros). Se trata de un coste un 15 por ciento por encima del que tenía el Galaxy S3 y un 17 por ciento respecto al del iPhone 5. De esta forma, el Galaxy S4 es más caro de fabricar que su competidor y su antecesor, aunque no por ello es menos competitivo.
Los analistas consideran que el incremento en el coste de fabricación responde a la tecnología de última generación que integra el dispositivo. Samsung ha ampliado la pantalla del terminal hasta las cinco pulgadas y ha optado por procesadores más potentes y por sensores especiales para ejecutar nuevas funciones. Finalmente, estas innovaciones han provocado que la compañía tenga que gastar más para fabricar su teléfono.
En cualquier caso, el Galaxy S4 podría superar las ventas de su antecesor, según los primeros datos de reservas. De esta forma, Samsung podría conseguir recaudar más dinero con el Galaxy S4 que con el S3 pese a que sus costes de fabricación son superiores.