La demoscene, o escena como se la llama en España, es una subcultura informática nacida con los ordenadores de 8 bits, especialmente el Commodore 64, pero que vivió su apogeo en los años 90 gracias al PC y al Commodore Amiga. Consiste en la creación de espectáculos audiovisuales generados en tiempo real por un ordenador.
Esta mezcla de movimiento artístico y virtuosismo técnico consiste en una serie de grupos que reúnen a músicos (musicians), grafistas (graphicians) y programadores (coders) con el objeto de crear secuencias audiovisuales generadas en tiempo real, que en muchas ocasiones se presentan a concurso en las partys, esas concentraciones de informáticos que han ido derivando en encuentros de videojugadores profesionales. Quizá las categorías más celebradas sean las de las intros, animaciones que compiten con una limitación muy estricta de tamaño.
La escena se ha empeñado en no desaparecer, y buena prueba de ello es esta intro, ganadora del primer premio del TokyoDemoFest, que ocupa sólo 4k, 4096 bytes. Mucho, muchísimo menos que la página web que están leyendo. Aunque naturalmente hace uso de las librerías de 3D y sonido ya instaladas en los ordenadores Windows, todos los gráficos y música entran en ese espacio.