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A punto de encontrar uno de los barcos más importantes de la Armada Invencible

Un grupo científico irlandés ha iniciado este fin de semana la búsqueda en el fondo del mar de un importante pecio de la Armada Invencible

Un grupo científico irlandés ha iniciado este fin de semana la búsqueda en el fondo del mar de un importante pecio de la Armada Invencible
Buscando un pecio de la Invencible

Cuando John Treacy paseaba de niño por los alrededores de su casa, en un pueblo de la costa Irlandesa llamado Milton Malbay, su abuelo le decía que no pisase un pequeño montículo al lado del mar, a sólo unos metros de un saliente de la costa llamado Spanish Point: "Ahí están enterrados los españoles, ten respeto", le decía el anciano, recordando las leyendas –o quizá los hechos- que se habían transmitido en la zona de padres a hijos y de abuelos a nietos durante siglos.

Los españoles eran los soldados y marineros de la Armada Invencible –o mejor la Spanish Armada como la llaman en Irlanda despreciando ese nombre que le pusieron los ingleses- que en el otoño de 1588 sufrieron en sus propias carnes el desastre militar: decenas de barcos y miles de hombres se perdieron en esa costa rocosa de Irlanda que se veía azotada, durante aquel mes de septiembre, por espectaculares tormentas.

Sólo en el pequeño rincón de la Irlanda alrededor de Spanish Point, en el condado de Clare, se hundieron dos barcos a unos cientos de metros uno de otro: el San Marcos, un imponente galeón de 33 cañones de la escuadra portuguesa, y el San Esteban, del escuadrón de Guipúzcoa y con 26 cañones.

"Según nuestros cálculos –nos dice John Treacy señalando el mar ante nuestros ojos- entre ambos barcos perecieron más de 800 hombres sólo en este pequeño tramo de costa, la mitad del Titanic".

El Proyecto San Marcos

Y es que quizá espoleado por las historias de su abuelo, y sin duda también por sus años como marino en la armada irlandesa, John Treacy es hoy en día un historiador naval que dirige un proyecto apasionante: la búsqueda de los restos de uno de esos galeones, el San Marcos, que él cree que está seguro entre la costa de Milton Malbay y una pequeña isla unos cientos de metros mar adentro: "Buscaron el resguardo de las islas y estoy seguro de que chocaron contra estas rocas" nos dice señalando primero el mapa y luego el terreno real.

En un viaje a Irlanda que tenía como propósito conocer lugares relacionados con un episodio prodigioso y trágico de nuestra historia, me he encontrado con Treacy y su Proyecto San Marcos, una apasionante búsqueda en la que ha logrado involucrar a buena parte de la comunidad en el Condado de Clare y, con el esfuerzo de decenas de voluntarios y sin apoyo de instituciones públicas, lanzar un plan muy ambicioso, que espera obtener un premio gordo: encontrar uno de los pecios de la Invencible más importantes que se habrían hallado hasta la fecha en la costa Irlandesa.

La búsqueda y la recopilación de información empezó hace más de dos años, pero este fin de semana se ha iniciado el trabajo en el terreno o, mejor dicho, bajo el agua: unos 70 buzos descenderán de docena y media de barcos –pesqueros, pequeñas embarcaciones de recreo que se han ofrecido también de forma voluntaria-.

"Vamos a hacer una primera inspección visual y con varios sistemas tecnológicos –nos explica John Treacy- y eso nos permitirá luego acotar la búsqueda en zonas mucho más pequeñas". Nuestro interlocutor cree que no tendrán tanta suerte como para encontrar el galeón en este primer fin de semana, "pero luego vamos a hacer inmersiones más sencillas y seguro que lo encontramos".

De hecho, su plan a más largo plazo pasa porque, después de encontrar el San Marcos, se pueda buscar y encontrar el San Esteban, sumergido probablemente sólo unos cientos de metros más allá.

¿Por qué el San Marcos es especial?

Varias razones pueden hacer el hallazgo del San Marcos un auténtico hito en la historia de los descubrimientos de la Invencible: una de ellas era que se trata de uno de los mejores barcos de toda la flota, un galeón prácticamente nuevo –sólo tenía tres años- y con la más avanzada tecnología naval de la época: "Puede proporcionarnos información clave sobre la construcción de barcos de guerra en la Península Ibérica en la época".

Además, el San Marcos era uno de los barcos importantes de la Armada: "Era barco escolta del buque insignia de la flota –me dice Treacy- en el que viajaba el Duque de Medina Sidonia y, por tanto, participó en la mayoría de los enfrentamientos" con buques ingleses.

Otro punto importante es que, tal y como me explica Treacy, se dispone "de una lista de pasaje muy completa", con los nombres de los marineros y los soldados y, sobre todo, de los nobles a bordo, cerca de una decena. Uno de ellos era el tercero al mando de toda la flota, el Duque de Peñafiel.

Lo mejor de esa lista es que puede ayudar a identificar el barco como el San Marcos: "Cada uno de estos nobles viajaba con su propio menaje y su vajilla de cerámica, con modelos que se hacían para sus familias desde muchos años atrás, así que si encontramos una pieza de una taza o un plato podemos saber de qué noble era y si ese noble estaba en el San Marcos".

La lista de pasaje, por cierto, no incluía a los sirvientes de estos nobles, por eso habitualmente se da como un número de personas en el San Marcos por debajo de la que seguramente era real: "Cada uno de estos nobles tenía un mínimo de tres sirvientes, algunos muchos más, por eso estamos seguros de que el número de pasajeros superaba los 500".

¿Qué se puede encontrar?

Obviamente, tal y como nos dice Treacy, "la idea de encontrar un casco intacto es, desafortunadamente, la percepción de Hollywood de la búsqueda de pecios". De hecho en este caso se sabe "gracias a cartas escritas pocos días después del naufragio" que el casco del San Marcos empezó inmediatamente a romperse y fragmentarse. Si a eso sumamos las fuertes corrientes en la zona, lo normal será que haya "un campo de restos muy extenso".

En cualquier caso, siempre que hay un accidente de este tipo, "algunos componentes del barco como las anclas, los cañones o determinadas maderas pesadas" acaban sumergidas muy cerca del punto original del impacto.

"Basándonos en pecios similares de la Armada también en aguas irlandesas – sigue explicándonos Treacy- es muy posible que este tipo de restos se pueda encontrar en el lecho marino incluso visualmente", pero una vez detectado el lugar en el que buscar "una excavación exhaustiva permitirá identificar más restos del barco". De los datos que nos pueden proporcionar estos restos es casi imposible hacerse una idea ahora.

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