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Los nuevos gurús de Instagram tienen 5 y 98 años

El pequeño Hawkeye Huey y Marie Ulmer, una anciana de Filadelfía, arrasan en la red social.

El pequeño Hawkeye Huey y Marie Ulmer, una anciana de Filadelfía, arrasan en la red social.
Hawkeye Huey Y Marie Ulmer | LD

Hawkeye Huey ha cambiado sus juguetes por una Fuji Instax 210 -una cámara de fotos que casi es más grande que él-. A sus cinco años, retrata el mundo desde su metro de altura, una perspectiva que ha conquistado la red. El pequeño tiene 90 mil seguidores en Instagram.

Fotografia de Hawkeye Huey

Animales, paisajes desérticos, escenas de vaqueros y hasta algún que otro autorretrato pueblan la cuenta de Hawkeye.

Tiene una vida por delante para mejorar la técnica, pero apunta maneras y talento no le falta. Se puede decir que de tal palo tal astilla, puesto que este pequeño gran fotógrafo es hijo de Aaron Huey, fotorreportero de National Geographic.

Precisamente, es su padre quién maneja la cuenta de Instagram de Hawkeye y quién elige que instantánea comparte con el mundo y cuáles se guarda para la intimidad familiar. Además, quiere que su hijo no se deje llevar por un éxito prematuro, sino que trabaje y se forme para llegar a ser un gran profesional con los pies en el suelo.

Y si Hawkeye Huey demuestra que nunca es demasiado pronto para ser artista, Marie Ulmer evidencia que tampoco es demasiado tarde. A sus 98 años, es una referencia en Instagram. De apariencia encantadora, es la protagonista de un sin fin de fotografías, de montaje extraordinario y cargadas de simpatía, que hace que sea irresistible.

Marie Ulmer vive en una geriátrico de Filadelfia y se ha convertido en la musa de Instagram gracias a Candace Karch, prestigiosa fotógrafa que ha retratado la vida de la anciana durante 5 años para el proyecto The Ms. Ulmer Series. Karch publica periódicamente las fotos de Marie haciendo cosas cotidianas, como tendiendo la ropa, tras una ducha, durmiendo una plácida siesta o practicando deporte.

Fotógrafa y modelo han forjado una gran amistad. Candace Karch le explica la repercusión que están tomando estas imágenes y Marie, en la tranquilidad de un asilo, está feliz con la atención que recibe, aunque ni sospecha que medio mundo ha visto cómo riega las plantas o cómo se seca el pelo. Para ella es impensable que alguien, al otro lado del planeta, pulse "me gusta" al verla.

Karch quiere reunir todas las fotografías en un libro y así rendir un homenaje a la señora Ulmer. Es un proyecto en el que lleva trabajando varios años.

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