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Verónica Forqué, reina por un día... en Valladolid

La actriz recibió la Espiga de Oro junto al cineasta coreano Bong Joon Hu en una gala bastante irregular.

La actriz recibió la Espiga de Oro junto al cineasta coreano Bong Joon Hu en una gala bastante irregular.

Este sábado se inauguraba la 59 edición del Festival de Cine Internacional de Valladolid, más conocido como la SEMINCI, un certamen especializado en cine de autor. Que no se asuste nadie, autor no es sinónimo de aburrido, sino todo lo contrario. Por aquí pasarán películas de directores como Schlöndorff, al que le debemos obras maestras como El tambor de hojalata, Liv Ullmann, o la siempre interesante cineasta española María Ripoll, por poner algunos ejemplos.

El honor de abrir este festival lo tuvieron los hermanos Dardenne con Dos días, una noche, película que se estrenará en España el próximo viernes 24 de octubre. Un film que no sólo ha sido recibida con grandes aplausos por parte del público, sino que la crítica la ha valorado notablemente destacando la sublime interpretación de la siempre excelente Marion Cotillard, su protagonista absoluta. Cotillard interpreta a una mujer que quiere conservar su puesto de trabajo pero que para conseguirlo sus compañeros tendrán que renunciar a parte de su sueldo. Ella tendrá dos días y una noche como su título indica para intentar convencerles.

Ya os digo desde aquí que no os la debéis perder. Como dicen los propios hermanos Dardenne, "es mejor tener amigos que tomar antidepresivos". Y eso debieron pensar los organizadores de la SEMINCI a la hora de preparar la gala de inauguración. Irregular, como todas las galas por otra parte, con algún que otro momento brillante, con otros aburridos y con un inicio bastante pesado a pesar de los esfuerzos de los bailarines turcos por amenizar la entrada.

Casi 10 minutos de baile turco, país invitado este año a la SEMINCI, se pueden hacer tan largos como la proyección completa de lo que El viento se llevó con las escenas eliminadas incluidas. Ana Morgade fue la encargada de conducir la gala acompañada de Melina Matthews a la que toca presentar diariamente todas las películas de sección oficial.

Es verdad que Ana Morgade parecía estar En el club de la comedia, por aquello del monólogo, pero al menos le puso intención. Vimos pasar por el escenario del teatro Calderón, sede oficial de este festival, a directores, bailarines, homenajeados como el coreano Bong Joon Ho y claro está, a su director, Javier Angulo, que cedió a la madrina del acto, Belén Rueda, el honor, si se puede decir así, de leer una carta escrita por él bastante reivindicativa.

En ella pedía a los políticos que considerasen al cine como un bien público, a parte de hablar del IVA, la Sanidad, etc, etc… argumentos conocidos porque en todo tipo de acto cultural se suele reivindicar lo mismo. Lo malo es que no hay ningún político que lo oiga ya que no suelen asistir a estos actos, y una vez más el ministro Wert tenía otras cosas más importantes que hacer que estar en Valladolid.

No puedo terminar sin sumarme al homenaje y la Espiga de Oro que la SEMINCI ha concedido a una actriz inmensa y musa auténtica de la comedia, como es Verónica Forqué, galardón merecidísimo que recibió de manos de su compañero y amigo Jorge Sanz y que le hizo exclamar "me siento reina por un dÍa".

Verónica ha sido, es y será una reina en eso de llevarse al público de calle y de mostrar que a través de la comedia se pueden componer grandísimos personajes y darles ese toque personal que la hace única. Ya sé que se nota que me gusta, pero me parece una de las actrices más imprescindibles de las últimas décadas. Hoy domingo tres películas a concurso, un Punto de Encuentro (sección paralela a la oficial) netamente español y donde el cine americano, alemán y francés serán los auténticos protagonistas del día. Pero eso os lo contaremos mañana, porque como decía Escarlata O’Hara, mañana será otro día.

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