Ricardo Artola ha dedicado 24 años de su vida a editar libros y traducir historia, su gran pasión. Por el camino nos ha dejado obras como El Libro Negro del Comunismo (Ediciones B), en cuya reedición puso en marcha, o libros de experiencias vitales relevantes como Y un día dejé de fumar (La Esfera de los libros), donde cuenta cómo venció la adicción al tabaco sin ganar un sólo kilo en el intento.
Ahora, Ricardo -que ha sido colaborador habitual en el programa de esRadio Debates en Libertad- ha querido condensar los acontecimientos, anécdotas y documentos más relevantes de la I Guerra Mundial, cuando se cumple el primer siglo del comienzo del conflicto. En "La I Guerra Mundial, de Lieja a Versalles" (Alianza Editorial), Artola ha tratado de recopilar no sólo los hechos históricos, o las batallas más significativas, sino que acompaña su trabajo con los mapas de la Guerra, aquellos donde no queda un lugar importante que se cite en el libro sin quedar situado.
Además, añade a su obra un "buen puñado de imágenes muy representativas y muy buenas, porque son de buenas agencias, en las que se explica de modo fácil y sencillo qué vemos en cada fotografía, para que hasta el más profano en la materia aprecie la relevancia del documento y ponga cara a los protagonistas de la I Guerra Mundial".
En declaraciones a Libertad Digital, Artola deja claro que su trabajo en este libro es el de recopilación y análisis de lo sucedido en el periodo y de lo descrito en los libros fundamentales sobre el conflicto y muchos otros. Al ser un "libro de libros", Artola temía no ser capaz de aportar nada nuevo, aunque finalmente sus temores no se vieron confirmados. El análisis del conflicto a la luz de lo sucedido en la II Guerra Mundial y también de los tiempos presentes: "El papel de la responsabilidad de alemania, o la supuesta culpabilidad única de Alemania".
Que los ganadores en la guerra obliguen a Alemania a declararse culpable "es muy relevante", dice el historiador, "porque es como si te ponen una pistola en la sien y te obligan a firmar lo que sea. Tú puedes firmar que eres culpable por puro instinto de supervivencia, pero no te convierte en culpable, sino en extorsionado". En este punto, Artola recordaba las palabras de Henry Kissinger que se recogen en el frontispicio de su libro "Desdeluego, todos tuvieron parte de culpa". De aquello derivó, dice Artola, el victimismo alemán y el surgimiento del nazismo. "Todo aquello vino de haber cerrado mal el conflicto".
Por eso, sigue Artola, hoy "un siglo después, que hasta historiadores británicos se atreven a comparar a Guillermo II con Hitler, es una buena oportunidad revisar el aniversario para analizar esto, no hay que culpabilizar tanto a Alemania, que tuvo su parte de culpa, pero tanto como Rusia o Francia".