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'Tú no eres como otras madres', de Angelika Schrobsdorff

La historia real de Else, contada por su propia hija, se ha convertido en un éxito editorial también en España. ¿Por qué es uno de los libros del año?

La historia real de Else, contada por su propia hija, se ha convertido en un éxito editorial también en España. ¿Por qué es uno de los libros del año?
Detalle de la portada 'Tu no eres como otras madres' | Errata Naturae

De bestseller en Alemania a libro revelación en España, Tú no eres como otras madres ha sido una de las sorpresas del año. Acaba de recibir el premio de los Libreros de Madrid y va por la novena edición, impulsada por las buenas críticas y sobre todo, el boca a boca. El mérito reside en el personaje central, esa madre que no es -y al mismo tiempo, sí es- como otras madres, y sobre todo en el punto de vista de quien lo cuenta: en la mirada, nada indulgente, de Angelika Schrobsdorff con su madre, con su familia y con su país, desde la inconsciencia de los años 20 hasta la durísima posguerra.

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Tú no eres como otras madres cuenta la historia de Else Kirschner y de todos los que le rodearon, desde su nacimiento en una familia judía burguesa en el Berlín de comienzos de siglo hasta su muerte. Desde el principio, Schrobsdorff deja claro que el suyo va a ser un relato exhaustivo, centrado en reconstruir la forma de pensar de una mujer que quiso ser diferente desde su infancia, desde el mismo instante en que tuvo conciencia de sí misma y empezó a salirse del molde. Alterna la primera persona, la de la hija que recuerda a su madre a través de recortes y fotos, con la tercera persona, que se adentra en las motivaciones de Else, en ese ansia por vivir que la llevó a saltar barreras y a vivir el presente sin pensar más allá hasta que la realidad terminó arrastrándola, como a tantos.

El primer acto subversivo de Else es su negativa a un matrimonio de conveniencia y el alejamiento de su familia por amor. Pero para cuando llega ese momento, la autora ya ha contado lo suficiente de la joven Else como para que el lector intuya que su historia no se detendrá aquí, que su búsqueda no parará. Una frase, de las muchas que dedica Schrobsdorff a analizar los sentimientos de su madre y el porqué hacía lo que hacía, define especialmente bien la razón de ser de la protagonista:

"Aunque persona normal y corriente, sufría dolorosamente por el miedo de perderse algo"

La historia de Else, que cae y se levanta impulsada por su propio gusto por vivir, que se propone "tener un hijo con cada hombre al que ame", corre paralela a los convulsos años 20 y 30 en Alemania. El mundo se desmorona alrededor, y ella parece no darse cuenta. Se aleja del cerrado ambiente judío; se rodea de los más elitistas y liberales círculos alemanes. Y sigue intentando exprimir su juventud al máximo, ayudada por un atractivo personal irresistible, aunque a veces, nos parece insinuar Schrobsdorff, se equivoque:

"Nadie podía escapar a la pequeña y compacta Else, ese dechado de gozo vital, esa fuente de ternura y calidez, esa llama de inteligencia diáfana y lúcida".

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Quizás lo que haga más especial este libro sea la fuerza de la voz narradora, la verdad de quien lo cuenta. Schrobsdorff es dolorosamente sincera y aunque apenas juzga, sí lo cuenta todo sobre su madre, incluidos sus posibles errores, el dolor que dejaba en quienes dejaba atrás, a veces, también, sus propios hijos. En la última parte, la más dura, la dedicada a los años de guerra y las decisiones que, por fin, llevan a Else a enfrentarse a su propia vida y a asumir las consecuencias, Schrobsdorff también es inflexible consigo misma. No oculta los momentos en que ella también fue injusta, en que se dejó llevar por su juventud, en que juzgó demasiado.

Su falta de indulgencia, con su familia y consigo misma, su realismo a pesar de todo, hacen que el relato no se caiga, que no sea una biografía edulcorada, que la figura de Else no se haga irreal para el lector. Schrobsdorff logra el que seguramente era su objetivo: construir un retrato completísimo, fidedigno, de su madre, con su lado maravilloso y el que no lo era tanto, por parte de una hija que en su edad adulta es capaz de comprenderla en casi todo, entender por qué actuó como lo hizo y, sobre todo, perdonarla.

En realidad, Tú no eres como otras madres es un gran homenaje y una larga carta de amor, que le llega al lector convertido en la historia de una mujer fascinante en todas sus aristas, y en un relato diferente e interesantísimo sobre la inconsciencia colectiva en los primeros años del nazismo y las consecuencias para los que tuvieron que huir de su propia tierra.

ANGELIKA SCHROBSDORFF: Tú no eres como otras madres. Periférica y Errata Naturae, 2016, 592 páginas. Traducción: Richard Gross

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