Regresa el detective Harry Bosch, el personaje de ficción creado por Michael Connelly en 1992 y el protagonista de más de una decena de novelas policiacas. En esta ocasión, en La habitación en llamas(Alianza Editorial), tendrá que investigar la muerte de un hombre tras las complicaciones derivadas de un balazo recibido diez años antes. Incluso para un policía veterano sería un caso complicado, pues aunque el cuerpo todavía está fresco, apenas hay ninguna otra pista. Le ayudará la detective Lucía Soto, sin ninguna experiencia en homicidios. Cuando la investigación gana velocidad, conduce a otro caso sin resolver en el que todavía hay más en juego: las muertes de varios niños en un incendio ocurrido veinte años atrás.
Michael ConnElly (Filadelfia, 1956) es uno de los escritores más vendidos de novela negra en el mundo. Su modelo confesado es Raymond Chandler y su detective Philip Marlowe, pero con un estilo menos brillante, más tradicional.
Connelly ha recibido elogios de grandes maestros, como Stephen King: "Harry Bosch, el mejor detective de ficción que se haya creado jamás". Incluso Clint Eastwood se basó en este personaje para la película Deuda de sangre.
El detective Harry Bosch forma parte de la Unidad de Casos Abiertos, un departamento policial que acumula más de 10.000 homicidios no resueltos en 50 años. Usan lo último en tecnología, capaz de identificar ADN, analizar las balas o examinar móviles.
En esta ocasión, Bosch está a un año de jubilarse, está "de vuelta de todo". Se enfrenta continuamente a la burocracia policial, al FBI, a los políticos corruptos o a los periodistas sensacionalistas; y además, tiene complejo de mal padre. Su lema para ser buen policía es: "Levanta el trasero y sal a la calle". Su creencia puede resumirse en "todo el mundo cuenta o nadie cuenta", una frase que incluso le copia un político.
Se niega a aceptar lo irracional:
Bosch siempre pensaba que, si empezabas con la hipótesis de que el asesinato es una acción irracional, ¿cómo podías encontrar una explicación completamente razonable?Era esa certeza lo que le impedía ver películas y telefilmes sobre detectives.
Es una novela muy tradicional, minuciosa y verosímil, que se devora en pocas horas. Hay muchos personajes, caracterizados con sencillez, y una trama complicada con un final sorprendente.
A pesar de la longitud, es una lectura muy amena. "Es lógico su éxito", concluye Andrés Amorós sobre La habitación en llamas, su recomendación esta semana en Es la mañana de esRadio.
Michael ConnElly: La habitación en llamas, Madrid, Alianza Editorial, 2017, 400 págs, 18 euros. ISBN: 978-84-9104-745-2.