Filipenko mete a Bielorrusia por primera vez en unos Juegos Olímpicos

Un gol del central Filipenko a dos minutos del final le dio a Bielorrusia el triunfo frente a la República Checa, el tercer puesto del Europeo sub'21 y lo principal, la posibilidad de jugar por primera vez unos Juegos Olímpicos.

Como había hecho en todo el torneo, Bielorrusia se echó atrás, amparada en su buena organización defensiva para cederle la pelota al rival y esperar su momento en un contraataque. A los checos se le atragantó la telaraña diseñada por Kondratyev, y aunque tuvieron alguna ocasión aislada, Bielorrusia se encontró cómoda en la primera parte.

El partido se abrió más en el segundo período. Los bielorrusos empezaron a meter miedo a la contra, como en una peligrosa internada de Sivakov que sacó un defensor. Pero también avisaba la República Checa con un cabezazo de Kozak que Gutor salvó milagrosamente sobre la raya de gol. A quince minutos del final llegó la jugada que marcó el partido. Vacha se autoexpulsó al ver la segunda amarilla por una mano infantil dentro del área rival.

En la semifinal contra España, Bielorrusia había visto cómo un gol de Adrián en el minuto 89 empataba el partido y forzaba la prórroga cuando ya acariciaba el triunfo y el pase a la final. Esta vez la suerte le vino de cara. Veretilo centró desde la banda derecha raso al área y el central Filipenko enganchó un buen derechazo que se coló junto al palo de Vaclik.

Filipenko pudo, sin embargo, pasar de héroe a villano. En el descuento, se dejó ganar la posición por Kozak, que forzado, remató junto al palo ante la salida de Gutor. Ahí quedaron enterradas las esperanzas de la República Checa, que venía con el cartel de único equipo invicto en la fase de clasificación, pero que ha mostrado muy poco fútbol, informa EFE.

Tan poco como Bielorrusia, que sin embargo supo aprovechar una carambola afortunada en un triple empate provocado por el ataque de pánico de la anfitriona Dinamarca para meterse en semifinales. Aparte de su disciplina táctica, su mérito ha sido sobreponerse al duro palo sufrido contra España para firmar una gesta: lograr el primer billete olímpico para su selección de fútbol.