Óscar de la Hoya ha hablado por primera vez de la grave crisis personal por la que atravesó debido al consumo de cocaína y alcohol, que le obligó a entrar en un centro de rehabilitación. Además, De la Hoya también ha reconocido que hace dos años meditó suicidarse, pero que le faltó el valor para hacerlo.
El expugilista admite, en declaraciones al programa Aquí y Ahora de la cadena de televisión mexicana Univisión, que en su vida personal ha fallado como padre y como esposo de la excantante puertorriqueña Millie Corretjer, con la que tiene dos hijos. "Toqué fondo recientemente", ha dicho Golden Boy. "Como hace dos años, pensé que mi vida no podía ser peor. Pero entonces no tuve el coraje y la valentía de suicidarme, aunque lo pensé".
De la Hoya ha explicado que el consumo de cocaína y alcohol le hacía sentirse bien y pensar que estaba por encima de todo y de todos. "Consumí drogas, la preferida era la cocaína, pero sobre todo consumía mucho alcohol", ha dicho De la Hoya. "La cocaína fue la droga más reciente, durante los dos últimos años, pero mi dependencia era el alcohol porque me hacía sentir bien y seguro hasta tal punto que pensaba que nadie me podía decir algo".
Golden Boy admite que lleva ya tres meses sobrio y sin ningún tipo de dependencia desde que está en tratamiento y trabajando con la organización de Alcohólicos Anónimos.
Infiel a su esposa
El excampeón del mundo y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 también ha reconocido que le había sido infiel a su esposa, de la que ahora estaba separado temporalmente. "No estamos hablando de un caso similar a Tiger Woods, pero le fui infiel", ha dicho De la Hoya, que en la actualidad tiene dos hijos con su esposa, Millie Corretjer, y otros tres que son producto de relaciones previas.
El mexicano ha revelado la verdad sobre las controvertidas fotos que salieron a relucir hace unos años, en las que vestía ropa interior de mujer. El excampeón mundial, que se retiró oficialmente del boxeo en 2009, después de 16 años de carrera en los que ha ganado diez títulos mundiales con una marca de 39 triunfos –treinta por KO– y seis derrotas, dice estar decidido a dejar todo eso atrás y a subsanar el daño que le ha hecho a sus seres más queridos, reconociendo que se está enfrentando a la gran pelea de su vida