El pasado miércoles, la comisión de disciplina de la FIBA decretaba una sanción al griego Stavros Ellianidis, asistente de la selección de Grecia, por conducta antideportiva al "haber contactado con tres árbitros, por teléfono y/o SMS, que ibam a arbitrar partidos de Grecia".
La sanción por el intento de soborno asciende a 15.000 euros y la posible expulsión del equipo del campeonato, algo que los helenos quieren evitar escusándose en que Ellianidis no es miembro oficial de su expedición.
Según asegura tubasket.com, el árbitro español Miguel Ángel Pérez Pérez fue uno de los sobornados. Después de varios intentos de contactar con el colegiado sin éxito, Stavros logró el teléfono de su mujer, a quien ofreció unas vacaciones pagadas con todo incluido si su marido se dejaba sobornar.
El alemán Lottermoser y el letón Kokainis fueron los otros colegiados que dirigieron el Grecia-Croacia de la polémica. Afortunadamente, ningún árbitro se dejó sobornar y remitieron directamente a la FIBA, quien decidió finalmente decretar una sanción contra el equipo griego que, a tenor de lo sucedido, parece corta.
Podría haber más
Pero los problemas para Grecia no se acaban aquí. Al parecer, en varios medios alemanes y macedonios se asegura que el propio Ellianidis trató de intervenir en el Grecia-Montenegro, disputado un día antes, así como en el Macedonia-Grecia del mismo día.
Incluso, Eslovenia ha sido el último en levantar la voz, al exigir su Federación que se revise el partido ante Grecia del pasado Eurobasket, disputado hace dos años en Polonia, en el que los eslovenos cayeron derrotados por un punto y entre muchas quejas arbitrales en la disputa por el bronce.