Iker Casillas ha defendido de nuevo a su entrenador, José Mourinho, ya que, según dice, ha conseguido que los futbolistas blancos tengan más "carácter y sean más ambiciosos" porque, con sus "ganas de trabajar", se ha impregnado el vestuario del "hambre" que tiene el luso.
En una entrevista en la página web del Real Madrid, el capitán del conjunto merengue, que cumple 12 años desde su debut en Primera, ha repasado la actualidad de la entidad que preside Florentino Pérez y ha recordado sus mejores y peores momentos desde que debutó en San Mamés ante el Athletic hace más de una década.
"Mourinho es un ganador y lo ha demostrado también en su anteriores equipos. Él, como todos nosotros, quiere más esta temporada, queremos subir el nivel. Nos hace tener más carácter y ser más ambiciosos. Es muy bueno tener un técnico con carácter y con esas ganas de trabajar porque también se tiene que impregnar el vestuario de ese hambre", ha comentado.
Para Casillas, si el Real Madrid quiere ganar títulos, tiene que jugar cada partido "como si fuera una final", y ha hablado de la supuesta bipolaridad que hay en la Liga con dos equipos dominándola frente al resto. "Creo que los equipos tienen grandes jugadores y todos quieren dar su mejor versión contra el Real Madrid", ha apuntado.
Los recuerdos del debut
Respecto al día de su debut, ha recordado que antes de viajar a Bilbao, el entonces técnico del Real Madrid, John Benjamin Toshack, le informó de que iba a ser titular ante el Athletic. Entonces, a Casillas, según confiesa, le entraron "los nervios" y llamó inmediatamente a sus padres. "Esa noche me acuerdo de que dormía con Fernando Hierro y me dejó dormir solo para que estuviera tranquilo. Pasé de jugar el playoff de ascenso a Segunda B a estar en San Mamés ante 50.000 personas. No fue fácil, pero creo que para ser la primera vez lo hice bien. Me pongo un notable", ha indicado.
Después, rememoró cuál fue uno de sus peores momentos en el Real Madrid, relacionados con su suplencia en el camino hacia la novena Copa de Europa madridista, y declaró que éstos le ayudaron mucho para seguir adelante.
"Estaba jugando en Tercera y en siete u ocho meses juegas contra el Valencia la final de la Copa de Europa y la ganas. En la Novena, después, César se lesiona y tras dos meses sin jugar tuve la fortuna de hacer dos grandes paradas en esas circunstancias. Los momentos más difíciles son los que te hacen más fuertes. Tienes 20 años, estás jugando y de repente dejas de jugar. Hay cosas que no entiendes, pero hay que agradecer también esos momentos", ha afirmado.
Cuestionado por cuál cree que es su mejor parada, pese a que muchos recuerdan una que hizo en el estadio Sánchez Pizjuán al Sevilla, el internacional español ha declarado que para él, la mejor fue una que hizo ante el Racing.
"Me quedó un poco mal sabor de boca porque no ganamos (ante el Sevilla). En ese momento lo único que te dice tu cabeza es que tienes que correr, correr y correr y ahí iba confiado en que la sacaba (la pelota, tras un disparo de Perotti). La del Racing, estuve dos o tres meses jugando con un dedo roto y a esa parada le tengo mucho cariño", informa Efe.
Por último, se ha referido a la Copa del Rey que ganó su equipo la pasada temporada, y ha manifestado que aquel trofeo fue muy especial para él. "Creo que he tenido la suerte de levantar los trofeos más importantes de la selección, pero este año ejercía de capitán y levantar la Copa del Rey, que se resistía mucho al madridismo, fue un momento muy especial. La tenía entre ceja y ceja y quería conseguirla. La celebración me gusta hacerla como se merece. Fue una final muy bonita y el equipo se lo merecía", ha concluido.