Rafa Nadal, número dos del mundo, se enfrenta al serbio Novak Djokovic, número uno, en la final del Abierto de Estados Unidos, cuarto Grand Slam de la temporada. El balear no ha conseguido ganar esta temporada al serbio, que ha conquistado dos grandes en lo que va de año (Abierto de Australia y Wimbledon).
Pese a defender el título, el manacorense no parte como favorito después de que Nole haya conquistado nueve de los once títulos que ha jugado esta temporada. El serbio sólo ha perdido dos partidos este año, en semifinales de Roland Garros ante el suizo Roger Federer y en la final del Masters de Cincinnati, donde se tuvo que retirar por lesión en el partido contra el escocés Andy Murray.
En los enfrentamientos entre Nadal y Djokovic, el duelo cae del lado del mallorquín (16-12), pero este año ha cambiado muchísimo el panorama. El serbio ha derrotado a Nadal en los cinco partidos que han disputado en 2011. Además, el de Manacor tiene la asignatura pendiente de no haber sabido encontrar su mejor tenis en los enfrentamientos ante Djokovic y sólo ha podido ganar tres mangas al balcánico en cinco partidos y acabó sucumbiendo ante el serbio en las finales de Indian Wells, Miami, Madrid, Roma y Wimbledon.
Después de mucho tiempo, Nadal saltará a la pista sin ser favorito en una final, la misma situación que cuando se enfrentaba en prácticamente todas las finales a Roger Federer y se imponía sobre el suizo. Con la misma mentalidad, el mallorquín jugará la final en Flashing Medows, con el objetivo de conquistar su undécimo Grand Slam y lograr el título en Nueva York por segundo año consecutivo. Por su parte, Djokovic quiere firmar un año de ensueño y levantar su tercer grande de la temporada y el cuarto de su carrera. Para ello, tendrá que ganar en su tercera final del US Open a su verdugo de la temporada pasada.
Nadal llegó a Nueva York sembrando muchas dudas y tuvo bastantes problemas para deshacerse en primera ronda del kazajo Andrey Golubev, al que venció por 6-3, 7-6 y 7-5. Después eliminó al francés Nicolas Mahut (6-2, 6-2 y retirada) y al argentino David Nalbandian (7-6, 6-1 y 7-5), para acabar viéndose las caras con el luxemburgués Gilles Muller (7-6, 6-1 y 6-2) en octavos de final. Empezaban las complicaciones para el mallorquín, pero fue creciendo conforme pasaban las rondas y jugó sus mejores partidos ante el estadounidense Andy Roddick en cuartos de final (6-2, 6-1 y 6-3) y contra Andy Murray en semifinales (6-4, 6-2, 3-6 y 6-2).
Djokovic, por su parte, no tuvo demasiados problemas hasta cuartos de final, donde se tuvo que ver las caras con su compatriota Janko Tipsarevic (7-6, 6-7, 6-0, 3-0 y retirada). Además, en semifinales estuvo rozando la eliminación y tuvo que levantar dos bolas de partido ante Roger Federer, al que acabó imponiéndose en cinco sets, por 6-7, 4-6, 6-3, 6-2 y 7-5, después de casi cuatro horas de juego.