Menú

El éxito de Djokovic hechiza a Serbia

Sus duelos, sobre todo contra Rafael Nadal, tienen pegados a los serbios a las pantallas.

El éxito del imparable Novak Djokovic, número uno del tenis mundial desde julio pasado, ha hechizado a Serbia y convertido a todo el país en fiel seguidor del que muchos consideran como un héroe nacional. Por todas partes, en la calle, en casas, entre amigos, vecinos, en el transporte público, las tiendas, se oye: "¿Viste el partido de Djokovic contra Nadal?", "¡Es increíble el chico, sin igual!", "¿Vas a ir a Arena?", lugar donde está la selección serbia jugando la semifinal de la Copa Davis contra la selección de Argentina en Belgrado este fin de semana.

El pabellón belgradense de Arena centra en estos días la atención de la nación, que quiere ver un nuevo triunfo del popular Nole, esta vez en su país, después de una larga serie de victorias que ha marcado en esta temporada y que le han llevado al trono del mundo. Ahora, depositan en él todas sus esperanzas de que Serbia logre superar la gran ventaja de Argentina por 0-2, después de la primera jornada de la semifinal de la Copa Davis.

"Hasta que Novak no llegó a ser el número uno, de Serbia no se sabía mucho, quizás algo por los futbolistas, pero ahora se sabe por Novak Djokovic, que es el mejor, que lo arrolla todo. No se sabe cuál es el límite de sus éxitos, quizás lo sabe sólo él", declaró a Efe Nenad Jecmenica, conocido en Belgrado como Sone navijac (Sone el hincha), líder de un grupo de aficionados del tenis serbio.

Ese grupo de jóvenes, equipado con banderas, tambores, platillos y con imágenes de Nole sobre sus mejillas o frentes, apoyan al tenista cuando juega a domicilio con gritos y canciones. "Estamos con él en cualquier momento para darle el apoyo, indistintamente de si gana o pierde. Él es una figura extraordinaria, es un rey, la corona, la estrella", dijo.

"Es el único. Lo haríamos todo por él. A cualquier altura de la noche, de madrugada, a las 4.00 horas, a las 5.00, cuando sea, toda Serbia no duerme sólo para verle a él", señaló. "Sobre todo, naturalmente, cuando juega contra Nadal y Federer. Todo lo demás, claro, también es importante, pero aquellos son especiales. Bueno, sabemos que alguna vez debe perder alguna manga, y lo que nos importa es que no sufra lesiones", indicó Jecmenica.

En lo que va de año, Djokovic ha logrado 64 victorias, ha ganado cuatro títulos Grand Slam y diez trofeos de ATP. Perdió sólo dos partidos. Uno de sus objetivos, según aseguró recientemente, es ganar Roland Garros. Su afición por el tenis comenzó a los seis años de edad, cuando vio unos entrenamientos en los terrenos cerca de la casa de su familia en un centro turístico en el monte serbio de Kopaonik.

Sus primeros entrenadores vieron un gran talento en él y le animaron a que siguiera en este deporte. No tuvieron que presionar mucho ya que, según dicen, el niño, a los siete años, dijo que le gustaría ser campeón del mundo. A los 24 logró hacer realidad ese sueño. En Serbia, Djokovic es una gran inspiración para jóvenes y niños, que invaden las canchas de los clubes locales cada vez en mayor número, siguiendo el ejemplo de su carrera.

Los niños, que hasta hace poco preferían el fútbol o el baloncesto, ahora sólo quieren jugar al tenis. De su ídolo les gusta, además del juego, también su "encanto, el nerviosismo que muestra cuando no le va como quiere, sus imitaciones de Nadal, de María Sharapova y de otros famosos, su sonrisa y el respeto que muestra por cada rival".

"Es el número uno en todos los aspectos", dijo a Efe Jovana, de 9 años, una joven tenista que admite no ser tan ambiciosa como su ídolo. En julio pasado, cuando Djokovic ganó su primer Wimbledon, lo que coincidió con su subida al trono mundial, fue recibido en el centro de Belgrado por 100.000 personas, en una fiesta que se prolongó durante toda la noche.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios