Francia, un rival de altos vuelos para la final

Francia será un rival de altos vuelos para la selección española en la gran final del campeonato de Europa, una semana después de la 'espantada' que dio en el último partido de la segunda fase cuando reservó a Tony Parker y Joakim Noah. Francia eligió camino para intentar llegar a la final, eludiendo a los anfitriones, Lituania, en una posible semifinal. Sus planes no salieron a la perfección, por el fiasco de los lituanos, pero han conseguido llegar al último partido 62 años después. Francia fue subcampeona de Europa en 1949 en El Cairo.

Con todos sus efectivos al cien por cien, Francia es un equipo tremendamente atlético con una gran capacidad de intimidación y de rebote. Tiene defensa, tiene velocidad en la transición y unos grandísimos tiradores de larga distancia.

Parker es el gran catalizador del juego galo, la fuente de todas las ideas y que decide cuando hay que correr, cuando jugar por dentro y cuando hacerlo por fuera. Su ascendencia sobre sus compañeros es el contrapunto ideal a la tendencia gala de resolver de forma individual en los primeros segundos de cada ataque por su exuberancia física.

Nicolas Batum, que se exhibió ante Rusia en semifinales, Alí Traore, Boris Diaw y Joakim Noah han adquirido un gran estado de forma y consolidado su estatus en el equipo, con los 'valencianos' Florent Pietrus y Nando de Colo en las primeras rotaciones de Vincent Collet.

"España es siempre favorita", han repetido uno tras otro todos los jugadores franceses, que prefieren ponerse la piel de cordero para enfrentarse a España, la única selección que les ha ganado en Lituania. En el histórico de enfrentamientos entre ambas selecciones, el balance es de 41 victorias para España y 25 para Francia. En el Mundial de Turquía, en el primer partido, Francia ganó 66-72. Este año en el primer amistoso de preparación, España ganó 76-53 y en el partido de la 'espantanda', hace una semana, la victoria de los españoles fue por 69-96. En la final, la historia será bien distinta.