En esta cuarta edición del Bankia Madrid Masters, disputado en el nuevo campo de El Encín, en Alcalá de Henares, hemos vivido muy distintas jornadas, cada una aderezada con diversos aliños. La primera ha sido con un campo fácil para los profesionales. Prueba evidente de ello es que hasta 72 jugadores se situaban bajo par. Entonces el viento comenzó a ser protagonista y la historia cambió.
Este domingo se ha vivido un día de golf excepcional, con todas las dificultades de una última jornada, con greenes rápidos y banderas difíciles, y emoción hasta el último putt.
El inglés Lee Slattery, que sustituía a su compatriota Ross McGowan como líder en el segundo día, ha sabido mantener su ventaja, aún perdiéndola en el transcurso del día. Comenzó con los nervios de su primer posible triunfo y rápidamente hizo los dos primeros bogeys, en los hoyos 3 y 5, pero supo templar los nervios, mantener la cabeza fría y, a base de pares, llegar al hoyo 10 y su segunda vuelta arriba. A partir de ahí se soltó el pelo y comenzó a firmar birdies, hasta cuatro en los hoyos 11, 13, 14 y 15, y se distanció aún másde sus rivales.
Cuando todo parecía resuelto llegó el hoyo 18, un par 5 sin grandes dificultades en apariencia. En ese momento, el italiano Lorenzo Gagli ya estaba en la casa club, con 14 bajo par en su cómputo total, porque el líder llegaba con 17 bajo par y el título bajo el brazo. Pero esto es golf: al británico le entraron los nervios y la presión de su primer título, y lo notó.
Lo sufrió de una manera tan fuerte que su segundo golpe, en un error garrafal se le fue, y el triunfo comenzó a estar en peligro. Tanto que a duras penas consiguió firmar un doble bogey con un putt de algo más de un metro, que sin duda a él le debió parecer un kilómetro. Al final, Slattery se ha acabado alzando con la victoria en este Bankia Madrid Masters por un golpe de diferencia sobre el segundo clasificado, Gagli, que seguro se va a acordar de ese bogey absurdo que firmó en el hoyo 14 y que al menos le hubiera permitido jugar el play-off.
Otra de las grandes sorpresas la ha protagonizado Eduardo de la Riva, el mejor español en la clasificación final al acabar tercero. El catalán mostrado ese gran golf que lleva dentro, y al que sólo le falta que él mismo se lo crea. Ése es el mayor problema de Eduardo, que ha compartido la tercera posición final con el argentino César Monasterio, a tres golpes del campeón.
Decepción, por el contrario, con la última ronda de Álvaro Quirós. Se esperaba mucho de él, más viniendo desde atrás, en un campo que en teoría le viene como anillo al dedo, aunque no ha tenido su dia. Comenzó con birdie y el público, que acudió en gran número, se frotaba las manos. Pero al final todo fue un espejismo y el gaditano cometió bogey en los hoyos 3, 4, 8, 9 y 13. Pero lo peor estaba por llegar. Fuera de sitio, sin opción alguna, sin motivación, Quirós llegó el hoyo 16, un par 3 con alguna complicación, y se quedó en un cuádruple bogey para terminar firmando la peor tarjeta del día, 7 sobre par.
El European Tour se desplaza ahora hasta Portugal, donde de nuevo tendremos a la Armada española defendiendo sus posiciones.