Cadel Evans, los hermanos Andy y Frank Schleck, Alberto Contador y Samuel Sánchez asistirán hoy en París a la presentación oficial del recorrido del Tour de Francia 2012, cuyas líneas esenciales ya fueron desveladas por error por los organizadores y que proponen una edición menos montañosa y con más contrarreloj. También estarán en el Palacio de Congresos de la capital francesa el noruego Thor Hushovd, el británico Mark Cavendish y el español Juan José Cobo, ganador de la última Vuelta a España y cuyo equipo, el Geox, no tiene segura su participación en la ronda francesa.
Los kilómetros cronometrados aparecen como la característica más sobresaliente de un año que los organizadores del Tour consideran "de transición", entre la de 2011, marcada por el centenario del Galibier, y la de 2013, en la que la ronda cumplirá cien ediciones.
El director de la prueba, Christian Prudhomme, avisó que sería un Tour de "sorpresas", pero un error informático, una semana antes de la publicación oficial del recorrido, ha desactivado buena parte del efecto que buscaban los organizadores. Frente al pasado Tour, en el que sólo hubo una contrarreloj individual larga, la de 2012 tendrá dos y un prólogo, si las filtraciones involuntarias son correctas.
El Tour 2012 partirá de la localidad belga de Lieja con un prólogo de 6,1 kilómetros; en la novena etapa, entre Arc-et-Senans y Besançon, se disputarán otros 38 kilómetros contra el reloj y la víspera de la llegada a los Campos Elíseos, la general quedará cincelada por una tercera crono, esta vez de 52 kilómetros entre Bonneval y Chartres. Material suficiente para que el defensor del título, el australiano Cadel Evans, pueda de nuevo ser considerado como favorito para la victoria final.
Algo que los luxemburgueses Andy y Franck Schleck tendrán más complicado, puesto que, al mismo tiempo, la montaña será menos importante que en la pasada edición. En total, cinco etapas de montaña con tres llegadas en alto, dos de ellas en etapas de alta montaña, componen el arsenal escalador de la edición, el terreno en el que los Schleck pueden jugar sus cartas.
Y también donde el español Alberto Contador puede cimentar su cuarto triunfo en la ronda gala si para entonces el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) ya le ha liberado de la acusación de dopaje que pesa sobre él tras el caso de su positivo por clembuterol en la edición de 2010.
En total, los ciclistas deberán ascender 25 puertos de al menos segunda categoría y, como en la pasada edición, Prudhomme ha querido dar importancia a los llamados macizos de transición, sin olvidar los Alpes y los Pirineos. Un puerto en los Vosgos, tres en el Jura francés y cuatro en el suizo, además de los seis alpinos y los once pirenaicos, que tendrán en esta edición más importancia y la última palabra antes de la contrarreloj definitiva.
El Tour comenzará por tierras belgas, en la misma ciudad, Lieja, en la que se había iniciado en 2004. El prólogo y las dos primeras etapas rodarán por esas tierras antes de iniciar un camino por el norte de Francia, desde la costa Atlántica al oeste del país. Una etapa en los Vosgos, donde se podría ascender el Balón de Alsacia, y dos en el Jura, el francés y el suizo, incluido el ascenso al pequeño Col de la Croix y sus elevados porcentajes, donde Contador se impuso en el Tour de Romandía de 2006.
La primera contrarreloj larga acabará en Besançon, en al falda de los Alpes, que comenzarán a ascenderse tras la primera jornada de reposo. El pelotón enfilará hacia los Pirineos con metas en Foix, Pau, Bagneres de Luchon y Peyragudes. Entre medias, la segunda jornada de reposo y tras el macizo pirenaico una etapa de transición hacia el norte situará al Tour en la última y definitiva contrarreloj, muy cerca ya de París. Para entonces la suerte estará echada y listo el podio para entronizar al ganador de la edición número 99 del Tour de Francia.