El Bayer Leverkusen, rival del Barcelona en los octavos de final de la Liga de Campeones, se ha mostrado en lo que va de temporada como un equipo intermitente, que alterna grandes momentos con bajones inexplicables y al que suele reprochársele no explotar todo su potencial.
A veces, los altibajos del Leverkusen se ven en un mismo partido, como ocurrió en el partido en casa contra el Valencia en la fase de grupos. Tras un primer tiempo en el que el equipo de las aspirinas presentó un juego desastroso, en la segunda parte enderezó el rumbo y terminó imponiéndose al equipo levantino.
Los autores de los dos goles ante el Valencia, Sidney Sam y André Schürrle, son dos de los jugadores de los que normalmente se espera que den más de lo que están dando esta temporada. Sobre todo Schürrle, que en la campaña pasada fue una de las revelaciones de la Bundesliga con la camiseta del Maguncia, desconcierta porque su desempeño en el Leverkusen suele estar muy por debajo del que ofrece en la selección alemana, donde ha dado muestra de su eficacia ante la portería contraria y de su capacidad desequilibrante.
Schürrle y Sam, ambos jugadores de gran habilidad que juegan por las bandas, son dos de los jugadores con capacidad de cambiarle la cara a un partido pero sin duda una de las armas más temibles del Leverkusen está en el juego aéreo, debido a que tiene varios jugadores que van muy bien al remate de cabeza.
Michael Ballack, Steffan Kiessling, el suizo Eren Derdiyok y el defensa Manuel Friedrich, por ejemplo, son buenos cabeceadores. Los lanzamientos de faltas, con Ballack, Michael Kadlec y el propio Derdiyok, también suelen llevar peligro.
El portero, Bernd Leno, un chico de 19 años que terminó de titular debido a una lesión de René Adler, ha sido una de las revelaciones de la temporada actual.
El equipo se ha ido adaptando al estilo de su nuevo entrenador Robin Dutt, con quien al comienzo hubo algunos problemas de comunicación y el equipo tuvo fases de desconcierto debido a cambios poco comprensibles en la alineación titular.
De momento, el Leverkusen parece tener claramente definido un equipo titular y el único puesto por el que hay una lucha es el de delantero centro, donde se alternan Kiessling y Derdiyok.
La historia del equipo está marcada por el remoquete de vicekusen, que le acomodaron en 2002, cuando quedó subcampeón alemán y perdió las finales de la Copa de Alemania, ante el Schalke, y la de la Liga de Campeones, ante el Real Madrid.
Alineación tipo
Leno; Castro, Toprak, Reinartz, Kadlec; Bender, Rolfes; Ballack; Sam, Schürrle; y Kiessling o Derdiyok.