El Barcelona regresó el pasado jueves a los entrenamientos y lo hizo con el tremendo enfado del técnico culé, Pep Guardiola. Al preparador no le gustó nada conocer que los jugadores del filial tendrán, la mayoría, hasta nueve días más de vacaciones que los jugadores de la primera plantilla.
El Barça B regresará la semana que viene a los ejercicios de preparación ante un nuevo año en el que el conjunto azulgrana jugará antes por la cita copera que tendrá frente al Osasuna en el Camp Nou. Para ese partido, el técnico culé tenía la intención de contar con muchos de los jugadores de la cantera. Además, quería que entrenasen, desde ya, con el primer equipo, fueran o no a entrar en la convocatoria.
La sorpresa de Guardiola se produjo cuando, al volver de las vacaciones, descubrió que Eusebio, técnico del filial, había dado más descanso a sus jugadores. La orden del de Sampedor a este respecto era muy clara: regresar el mismo día que el primer equipo. El entrenador del actual campeón de mundo de clubes ha tenido que ordenar a sus ayudantes que llamaran a cuatro canteranos para que, finalmente, se ejercitaran junto con los jugadores de la primera plantilla. Muniesa, Montoya, Sergi Roberto y Cuenca tuvieron que regresar a toda prisa de sus vacaciones.
Este problema sorprende, ya que Guardiola tiene plenos poderes dentro del Barcelona, donde controla hasta el último detalle de la entidad, especialmente si tiene que ver con la faceta más deportiva del club.