Con su sola presencia Thierry Henry iba a ser el protagonista del partido de FA Cup entre el Arsenal y el Leeds. Pero, además, el delantero francés ha entrado en la segunda parte para resolver un partido enquistado en el que los gunners no eran capaces de abrir la muralla del Leeds y marcar el gol de la victoria.
Como si el tiempo no hubiera pasado, como si Henry nunca hubiera abandonado el Arsenal camino, primero, del Barcelona en busca de la ansiada Liga de Campeones, y posteriormente de Nueva York en pos de un retiro dorado, Henry necesitó apenas diez minutos para convertirse cuatro años después de nuevo en el rey del Emirates.
El tiempo que transcurrió desde que el francés sustituyó a los sesenta y ocho minutos al marroquí Marouane Chamakh y el que tardó en aprovechar un pase en profundidad del camerunés Alex Song para marcar un gol cientos de veces visto por los aficionados de los
cañoneros.
Henry controló con precisión, acomodó su cuerpo y batió con un preciso disparo a Andrew Lonergan, el meta del histórico Leeds, hoy en la Segunda División, que presentó más batalla de la prevista en su visita a Londres. Un gol que eleva hasta 227 los tantos del delantero francés, al que la afición del Arsenal eligió recientemente como el mejor
jugador de la historia del club, en sus 371 partidos con la camiseta roja y blanca de los gunners.
EL conjunto londinense volverá a confiar en el talento de Henry para superar al Aston Villa en unos dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra, que tendrá su eliminatoria estrella en el duelo que enfrentará al Liverpool con el Manchester United, informa EFE.