Los graves problemas económicos por los que está pasando el fútbol español está golpeando, y de manera muy dura, a la Segunda División B, la categoría de bronce de nuestro país. El Poli Ejido, el Villanueva, o el Sporting Mahonés han sido los primeros en caer.
El último en anunciar que no podía continuar fue el Sporting Mahonés. El conjunto menorquín se retirará de la competición después de jugar el próximo domingo ante el Sant Andreu, si es que hay jugadores suficientes para acometer el encuentro. El reconocimiento de deuda del club a los jugadores terminará el 25, momento a partir del cual los futbolistas serán libres para firmar por cualquier equipo.
No habrá dinero para reemplazarlos, así que el Sporting desaparecerá. Y todos los partidos que le restan serán concedidos como victoria al conjunto rival. "Esto se ha acabado, no hay más", comentaron los futbolistas, a quienes por lo menos se les ha asegurado el pago de una nómina.
Peor está el Poli Ejido, quien este miércoles ya efectuaba la retirada de la Segunda División B. Sin un duro, a día de hoy sólo cuentan con tres futbolistas en su plantilla. Tres. Y debido a los importantes impagos, el club tenía la imposibilidad de tramitar nuevas licencias.
Después de pasarse casi toda la década anterior en Segunda División, el conjunto almeriense se encuentra en estos momentos al borde de la desaparición, como ha asegurado Manuel Amer, cabeza visible del grupo empresarial que dirige al equipo.
Antes, el Sporting Villanueva había anunciado que no seguiría jugando en la categoría de bronce. Los jugadores, hartos de no cobrar, anunciaron que no estaban dispuestos a continuar, después de que el supuesto nuevo propietario del club se tirara del barco a última hora.
El equipo extremeño ya no jugó el pasado fin de semana ante el Badajoz, y en cuanto vuelva a no presentarse este domingo ante el Sevilla Atlético la Federación le dará de baja de la competición.
Tres equipos que no han aguantado la grave situación económica de la Segunda B, después de años y años de despilfarro. Han sido los primeros, pero no van a ser los últimos. El huracán se ha desatado.