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La Super Bowl, el mayor escaparate publicitario del mundo

El evento televisivo del año por excelencia es la excusa ideal para reunir a familias, amigos e incluso a quienes no les gusta el deporte.

Más de 100 millones de personas pendientes del partido y cuatro horas de televisión con constantes interrupciones: así es la Super Bowl, la final de la Liga de Fútbol Americano (NFL), un perfecto escaparate publicitario donde un espacio de 30 segundos en antena cuesta 3,5 millones de dólares.

Perfecto y a la vez arriesgado. Uno de esos anuncios puede enganchar al público y provocar que se hable de él durante semanas, incluso meses, con su correspondiente efecto en las ventas. Pero en ocasiones la inversión no queda rentabilizada.

"Es una gran apuesta con un gran riesgo, aunque siempre depende del presupuesto que se maneje", dijo a Efe Ana Matonte, directora de publicidad de la agencia Arenas. "Se invierte una cantidad muy grande y no siempre se recupera ese dinero. Pero es una oportunidad única para exponer el producto y ponerlo en boca de todo el mundo", añadió.

Su empresa gestionó el año pasado la publicidad en Estados Unidos de la cuarta entrega de la saga Pirates of the Caribbean (Piratas del Caribe), que incluyó un spot en la Super Bowl. "En general son estrenos exclusivos y todo el mundo quiere hablar de ellos. En muchos casos son el punto de partida para muchas campañas, y la respuesta que tengan es significativa para el éxito final del producto", apuntó Matonte.

En Estados Unidos casi nadie tiene escapatoria. El evento televisivo del año por excelencia es la excusa ideal para reunir frente a las pantallas a familias, amigos e, incluso, a quienes ese deporte no les atrae lo más mínimo. ¿La razón? Hay quien disfruta más debatiendo acerca de cuál es el más ingenioso de los anuncios que desde hace décadas sazonan la retransmisión. Eso sí, a golpe de talonario y con los precios al alza respecto a años pasados.

La edición de 2011, el cuadragésimo quinto Super Bowl, se erigió en el programa más visto de la historia en Estados Unidos con una audiencia superior a los 111 millones de televidentes. A lo largo del choque que se celebra este domingo en Indianápolis entre los New York Giants y los New England Patriots se verán decenas de anuncios de marcas de coches, bebidas, portales de internet y próximos estrenos cinematográficos.

Además en el descanso habrá un show protagonizado por Madonna, que dispondrá de 12 minutos para interpretar cuatro canciones, entre ellas Give Me All Your Lovin, el primer sencillo de su nuevo álbum, MDNA, actuación para la que estará acompañada por Nicky Minaj y MIA. La diva se asegura así una buena salida al mercado para ese tema.

Sin ir más lejos, The Black Eyed Peas, el grupo que amenizó el descanso durante el Super Bowl de 2011, vio cómo las ventas de su canción Where Is the Love aumentaban en un 332 por ciento durante la semana posterior al evento, según Nielsen SoundScan.

Los descansos durante la Super Bowl han dejado actuaciones históricas. Algunas por su calidad, como la de Michael Jackson en 1993, y otras por la polémica que provocaron, como la de su hermana Janet en 2004 cuando enseñó un pecho durante una actuación con Justin Timberlake. Esta vez quien dejará ver -a propósito- parte de su cuerpo al desnudo será el futbolista británico David Beckham, quien prestará su deseada figura a un anuncio de ropa interior de la compañía H&M.

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